25 Diseñadores que olvidaron que las cosas que crean luego hay que limpiarlas, compartidas en este grupo de Facebook (nuevas fotos)

Sin embargo, a menos que seas una persona hiperorganizada, la limpieza puede ser desmotivadora incluso si no hay objetos ridículamente desafiantes. Una lista de tareas pendientes suele ser lo contrario a la diversión.

Pero, desgraciadamente, todos tenemos que recoger lo que nos toca. Así que, para que sea un poco menos doloroso, aquí tienes 5 consejos que te engañarán para que pongas orden. Desde pequeñas estrategias que te permiten eludir la parte de tu cerebro que quiere procrastinar, hasta "trucos vitales" que te ahorrarán mucho tiempo, estos atajos pueden ser solo lo que necesitas para mantener tu casa en condiciones habitables.

1. Poner música. Lo mismo que puede motivarte durante una sesión de ejercicios puede servirte para limpiar. Por ejemplo, busca (o crea) una lista de reproducción de 30 minutos de duración y ponte el reto de seguir fregando y aspirando hasta que acabe la música.

A menudo te pondrá de tan buen humor que querrás seguir limpiando incluso después de que termine la última canción.

2. Establece un temporizador. Este truco es similar al de la lista de reproducción, pero si no tienes la oportunidad de ponerte las pilas con tus canciones favoritas, prométete a ti mismo que intentarás trabajar al menos durante un breve periodo de tiempo (20 minutos siempre parecen manejables) y verás lo que ocurre entonces.

Una vez más, permítete parar después de que suene el temporizador, siempre y cuando te mantengas concentrado durante esos 20 minutos.

3. Coloca solo una cosa en el lugar que le corresponde. Vas caminando por el salón y, de repente, ves un vaso sucio en la mesa de centro. No dejes que se quede ahí, solo llévalo a la cocina, donde debe estar, y así ayudarás a minimizar la acumulación de desorden.

Llevar a cabo una pequeña tarea puede recordarte lo indoloro que es en realidad el trabajo que has estado posponiendo. Además, no subestimes la cantidad de pequeñas acciones que pueden sumarse. Es un buen hábito a desarrollar.

4. Recompénsate. No vayas a por ese bocadillo hasta que no hayas conseguido algo. De este modo, estarás motivado para hacer el trabajo porque te espera algo increíble en cuanto lo hayas hecho.

También es mucho más fácil relajarse y disfrutar de lo que sea que quieras cuando no hay culpa de la inacción colgando sobre tus hombros.

5. Haz una pequeña tarea al día. No intentes limpiar como si fuera 1965, simplemente no es razonable dedicar todo el día a sacar brillo a tu casa. Pero si asignas una pequeña tarea a cada día de la semana, el domingo estarás descansando en tu (casi) impecable morada.