Dar un perfecto discurso de bodas está lejos de ser una tarea sencilla. Pero ¿arruinarlo? Eso puede lograrse en un segundo. El alcohol y el miedo a hablar en público lo asegurarán.
Pero lo que lleva esta experiencia hacia los niveles más altos de estrés es el hecho de que nadie olvida un discurso de bodas malo. Para probarles esta verdad universal, en Bored Panda recopilamos las cosas más terribles y vergonzosas que la gente le ha dicho a los novios durante su gran día.
Desde un padrino que habló sobre perder la virginidad hasta un sacerdote que creyó estar en un funeral: aquí tienen una colección de historias que no les gustaría ver recreadas en sus propias bodas.
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Trabajo como chef durante banquetes y, el año pasado, luego de que se celebrara la boda, se dijeran los votos, se intercambiaran los anillos y se llenaran los estómagos de comida y vino, el novio se puso de pie para decir lo siguiente: “Hoy me casé con la mujer de mis sueños y quisiera agradecerle todo lo que ha hecho por mí. También, me gustaría darle las gracias a mi padrino, quien se ha estado acostando con ella desde que nos comprometimos…”.
Luego, murmuró “salud”, bebió todo su champagne y se tomó un taxi hasta el aeropuerto, para comenzar su luna de miel solo. Resulta que, cuatro meses antes de la boda, se enteró y le dijo al padre de la novia que todo costaría más dinero. El papá firmó cheques para cubrir el día especial de su niñita, pero todo el dinero se destinó a la nueva vida del novio fuera del país.
En una boda a la que asistí, el pastor comenzó a dar el típico discurso de “el matrimonio implica trabajo duro”. Habló sobre cómo muchos matrimonios fallan y sobre toda la gente que aconsejó durante sus divorcios. Continuó diciendo que, en el día de sus bodas, estas personas fueron como esta pareja y creyeron que lo lograrían, pero, seis meses después, se divorcian…
Yo intentaba mantener una expresión seria, el novio parecía querer pegarle a este hombre, y podía oír que las personas detrás de mi tosían para ocultar sus risas. Yo esperaba que llevara el discurso hacia algo más positivo, pero no lo hizo. Fueron quince minutos de “el matrimonio es duro y muchos no funcionan”. En la recepción, me enteré de que era un amigo de la familia. Y que había tenido un enamoramiento no correspondido con la novia durante toda su vida.
Cuando se casó mi hermana, el padre se aventó un discurso similar... Se divorciaron 15 años después. Ël se quedó con todo.
Lisa Burton, una planificadora de bodas con más de 15 años de experiencia organizando bodas en el extranjero, dijo que lo más tradicional es que el padrino o el padre de la novia sean los que dan los discursos durante una boda. “El discurso del padrino suele ser más cómico, en el que se cuentan historias usualmente vergonzosas sobre el novio. En el discurso del padre, generalmente, se agradece a los invitados por asistir a la boda y se comparten historias sobre la novia, además de que, por supuesto, se da la bienvenida a la familia al novio”, le contó Burton a Bored Panda.
Burton ha planificado más de 1.600 bodas, y dijo que, tradicionalmente, los discursos ocurren luego de la cena, siendo así una de las últimas formalidades antes de que la fiesta comience. “Sin embargo, recientemente, las parejas escogen tener los discursos antes de la cena, para permitir que los involucrados se relajen y la pasen bien, en lugar de sentirse nerviosos durante la comida debido al inminente discurso y a cómo será recibido”.
“Las parejas menos convencionales con las que trabajamos eligen no tener ningún discurso, y optan por pasar un día más relajado, con pocas tradiciones y formalidades”, agregó la planificadora de bodas.
Mi hermana se casó en una pequeña comunidad menonita de Canadá. Josh, el padrino del novio, era un hombre negro. Josh comenzó su discurso diciendo: “Soy Josh, el que han mirado fijamente durante todo el día”. Todos se rieron mucho.
El padrino: “Cuando me dijiste que algún día sería tu padrino, jamás creí que sucedería medio año después. Solo espero que sepas lo que estás haciendo”. Se divorciaron cuatro meses después (solo habían salido durante unos pocos meses).
Michelle Lew, dueña de Lavender Crown Events, una empresa de planificación de bodas que brinda servicios en San José y las áreas alrededor de Silicon Valley, le explicó a Bored Panda que una de las primeras cosas que le cuenta a la gente es: “Recuerda que es un brindis, no un discurso”.
“Los brindis suelen durar entre 2 y 4 minutos, mientras que los discursos duran más de 5 minutos (usualmente, 10)”, dijo Lew. “Muchas veces, el discurso puede ser fantástico, pero los invitados se aburrirán fácilmente si es demasiado largo, especialmente si tendrán que oír 4 discursos largos seguidos”.
Cuando se le pide a alguien que dé un discurso, debería conocer los límites sobre lo que puede compartir y lo que debe omitir, según Lew.
Durante la boda de mi prima, uno de los mejores amigos del novio dio un corto discurso que, honestamente, fue bastante conmovedor, hasta que se tropezó con sus palabras y dijo: “Pues, si estos dos pueden casarse, entonces cualquiera puede”.
Sin embargo, los límites no son siempre claros. “Existe un balance complicado cuando se decide lo que se incluirá en un discurso de bodas”, dijo Lisa Burton.
“No creo que exista nada malo con las insinuaciones inofensivas, pero creo que decir algo muy personal o grosero es de mal gusto. Recuerda que el discurso está destinado a entretener y no es una oportunidad para avergonzar o quitarles el protagonismo a los novios”.
La planificadora de bodas cree que los discursos son una maravillosa manera de celebrar la historia de amor de los novios y prefiere alentar a que las parejas menos tradicionales sean creativas en la forma en la que preparan los discursos.
Pero, si una pareja así lo decide, Burton aclaró que pueden omitir los discursos por completo. “Después de todo, las reglas se hicieron para romperlas, ¿verdad?”. Al menos, de esa forma, es posible asegurarse de que las únicas personas que los asistentes puedan insultar sean ellos mismos.
Durante la boda de mis padres, el sacerdote comenzó diciendo: “Estamos reunidos hoy en este funeral…”. La peor parte es que empezó a dar un típico discurso de funeral, hasta que lo detuvieron. Siendo justos, ya había pasado la edad para jubilarse.
En una boda a la que asistí recientemente, el padrino comenzó a dar un discurso muy incómodo en el cual contó que había perdido su virginidad con la novia y que jamás hubiera adivinado que ella terminaría con su mejor amigo (el novio).
“No puedo creer que la hayas dejado embarazada y que todavía no se lo hayas contado a nadie”, dijo el (muy borracho) padrino. Todos se quedaron callados al punto de que podían escucharse grillos afuera y el rostro del padre de la novia se puso rojo de ira.
La mejor amiga y dama de honor de mi esposa me llamó por el nombre equivocado durante el brindis. El nombre que me dijo: el del ex novio de mi esposa. En ese momento me reí, pero, para ser honesto, me sentí bastante humillado.
El mejor amigo de mi hermano (con el que son mejores amigos desde la infancia) dio un discurso en su boda que duró unos cinco minutos. No dijo nada sobre la novia, solo mencionó que mi hermano era un “chico bueno” y, luego, procedió a hablar sobre su matrimonio fallido (su ex esposa estaba presente), sobre la batalla por la custodia de sus hijos y sobre lo mucho que le dolía ver a los recién casados, ya que le traía recuerdos de su fracaso matrimonial. Para colmo, habló en un tono muy monótono e indiferente.
En la boda de mi padre con su nueva esposa, accidentalmente la llamó por el nombre de su exesposa (mi madre) durante su discurso.
En la boda de una amiga, la hermana de la novia dio un discurso muy incómodo sobre cómo su hermana fue capaz de encontrar el amor antes que ella y que no se sentía completa. Continuó durante unos 5 minutos, mientras balbuceaba y lloraba muchísimo. Luego, terminó cantando una canción fuera de tono.
Luego de tropezar con sus propias palabras, torpemente terminó con: “Lo siento, amigo, lo haré mejor la próxima”. Inmediatamente después, el padre de la novia lo apartó a un lado y lo insultó mucho.
En la boda de mi hermana, mi tío alcohólico se puso de pie y dijo algunas palabras.
Estas fueron: “Me sorprende que hayas podido tener una boda exitosa, ¿cómo pudiste hacerlo sin que tu mamá fuera la perra controladora que es?”.
Hubo un silencio como ningún otro.
Mi hermano fue mi padrino y contó una historia muy conmovedora de que, cuando yo tenía 16 años, mentí y no fui a una práctica de béisbol para pasar el rato con mi novia en las gradas. Conocí a mi esposa cuando tenía 18 años. Gracias, hermano.
El padrino habló sobre todas las fallidas relaciones pasadas del novio, con algunos detalles. Luego, se burló de los novios por haberse conocido en un sitio de citas para cristianos como Christian Mingle.
Fue bastante cruel. Realmente arruinó el momento.
Cuando mi prima se casó, la mayoría de los familiares cercanos sabían que el novio la había engañado varias veces en el pasado, pero la mayoría de la gente que asistió no lo sabía. Durante un pequeño discurso sobre el asesoramiento matrimonial que le había dado a la pareja, el sacerdote habló mucho sobre las infidelidades pasadas del novio y dijo que estaba seguro de que no ocurriría de nuevo. Dado que pocas personas en la iglesia sabían sobre estos problemas, la situación se volvió muy tensa.
El discurso del padrino contó la historia de cuando la novia orinó en los zapatos de otra persona bajo una mesa.
Hace un tiempo, fui a la boda de mi tío. Su esposa se había divorciado y habían escogido al pastor de su familia para que oficiara. El pastor, en múltiples ocasiones, llamó a mi tío por el nombre de su exesposo durante los votos… Mi familia no estuvo contenta.