Esta mujer creció en un hogar pobre y su marido en uno de clase alta: 10 diferencias que existen entre ellos
Se dice que mudarse con tu pareja es una de las mayores alegrías de la vida. No solo tienes la oportunidad de comenzar cada día junto a tu alma gemela sino que también comienzas a aprender todas sus peculiaridades… sin importar que tan molestas sean.
En el caso de Michaela y Alex, la pareja no tardó en notar que, más allá de los ocasionales ronquidos o de sus diferentes hábitos a la hora de gastar, sus crianzas en distintas clases económicas es lo que los hizo apreciarse el uno al otro y hacer las cosas de manera diferente.
Para celebrar estas diferencias, la pareja decidió compartir sus hábitos tan contradictorios en una serie de tres videos de TikTok que ha recibido casi 9 millones de visitas.
Después de darse cuenta de lo distintos que eran sus hábitos, la pareja decidió publicar una serie de TikToks que muestran cómo es convivir con alguien que ha crecido en una clase social diferente
@cuddleswpuddles All I could fit in 60s. #poverty #upperclass #lowerclass #middleclass #millennial #foodinsecurity #couple #marriage #ROMWEGetGraphic #fyp #foryou ♬ original sound - cuddles
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Alex siempre tuvo caniches pura raza como mascotas. Mi mascota de la infancia era un perro que adoptamos de una perrera. Ahora que estamos juntos hemos decidido adoptar este cachorro cruce de pitbull que encontramos en un refugio de Atlanta.
Para saber más sobre si la diferencia de clases afecta las relaciones sentimentales, como sucede en el caso de Michaela y Alex, Jessi Streib, profesora de sociología de la Universidad de Duke y autora de “El poder del pasado: Entendiendo los matrimonios entre personas de diferentes clases”, ha dedicado todas sus investigaciones a este tema. “A menudo pensamos que las diferencias de clase nos separan”, le explicó Streib a Bored Panda. “Pero yo quería saber si nos unen y la forma en la que lo hacen”.
Después de estudiar y entrevistar de forma exhaustiva a 32 parejas en las que uno de los miembros viene de una familia de “clase alta” y la otra de una de “clase obrera”, así como también a 10 parejas en las que ambos miembros provienen de la misma clase económica, Jessi descubrió que “los desconocidos que provenían de la misma clase social tenían más en común entre sí de lo que tenían con la pareja con la que habían decidido compartir sus vidas”.
Cuando hacemos las compras, Alex siempre agarra cosas de marca. Tuve que enseñarle que las marcas blancas son casi igual de buenas con solo contadas excepciones.
Jessi cree que la ley de “los polos opuestos se atraen”, la cual no solo se aplica a las personalidades sino que, al parecer, también a las crianzas dentro de diferentes contextos socioeconómicos, proviene en parte de la forma de resolver problemas. “Las personas dentro de cada clase se enfrentan a una serie de problemas distintos y, a veces, quienes crecieron en otra clase son quienes tienen las soluciones para ellos”, explicó.
“Por ejemplo, las personas que crecieron en hogares adinerados a menudo sienten que sus padres los obligaron a obtener logros académicos y actividades extracurriculares”, lo cual, como muchos de nosotros sabemos, significa estar lejos de tu adorada familia. Esto es algo que las personas de clase baja no tienen la oportunidad de experimentar ya sea por falta de dinero u oportunidades.
Como explica Jessi, todo esto se relaciona porque “a menudo, la gente que proviene de familias adineradas se siente atraída por personas que provienen de familias de clase obrera porque ven en ellos la oportunidad de tener aquellas relaciones familiares cercanas que siempre anhelaron”.
Michaela guarda todos los extras que nos envían con la comida a domicilio y no usamos. Tiene un cajón en la cocina lleno de estas cosas. También le gusta guardar las bolsas de regalo, lo cual nos viene muy bien para los cumpleaños, días festivos o cuando tenemos que hacer algún regalo.
Me gusta acabarme todas las sobras. Michaela, por su parte, no se termina nada de lo que haya en el refrigerador. Esto es a causa de la inseguridad con respecto a los alimentos con la que le tocó crecer, al no saber cuándo sería la próxima vez que podría comer algo.
El mayor obstáculo al que se enfrentaron las parejas de distintas clases, según el estudio de Jessi, es la diferencia en sus estrategias de planificación y preparación. “La diferencia más importante a la que se enfrentaron estas parejas fue la decisión de controlarlo todo o de dejar que las cosas fluyan”.
Para nuestra sorpresa, las parejas que provenían de familias adineradas solían tomar la iniciativa. “Estas personas crecieron con seguridad financiera y con padres que se desempeñan en posiciones de autoridad, lo que les permitió ser capaces de predecir el futuro y querer controlar todo su entorno”, razonó Streib.
“Las personas de familias de clase obrera a menudo viven con menos seguridad económica y autoridad, así que suelen tomarse las cosas como vienen y por ello se han vuelto capaces de adaptarse a cualquier tipo de situación. Al saber que el futuro es imprevisible, prefieren aceptar las cosas como son”.
O, como dijo John Lennon: “La vida es eso que pasa mientras estás haciendo otros planes”. De todas formas, sin importar las diferencias de los hábitos o de crianza, lo que importa es que hagan esos planes juntos.
Tenemos 26 años y Alex nunca se ha comprado coches, ordenadores o móviles por cuenta propia. Por mi parte, he comprado todos los coches, ordenadores y móviles que alguna vez tuve con mi propio dinero.
Me guardo todos los recibos de compra en caso de que ocurra algún problema con lo que he comprado y tenga que devolverlo. Alex nunca lo hace porque si lo que compró tiene alguna falla, simplemente comprará otro producto nuevo.
Cada vez que salgo de una habitación y dejo la luz encendida, Michaela la apaga aunque sepa que voy a volver a la habitación a los pocos minutos.
Cuando era niña, siempre me terminaba de comer todo lo que había en el plato porque si no, no me dejaban levantarme de la mesa y me dirían que estaba derrochando la comida. Mi esposo come hasta que se siente lleno como lo hace cualquier persona normal.
Tengo una amplia colección de frascos de vidrio por si surge la oportunidad de reutilizarlos, ya que siempre me enseñaron a no tirar las cosas. Alex simplemente tira las cosas o las recicla cuando termina con ellas.
Alex es bueno ordenando, pero no limpiando, porque toda su vida ha tenido que ordenar sus cosas antes de que llegara el servicio de limpieza a limpiar su casa. Por mi parte, soy mejor limpiando porque si quería que las cosas estuviesen limpias, tenía que limpiarlas yo misma aunque, naturalmente, suelo ser mucho más desordenada que él.
Muchos espectadores se sintieron identificados con las dificultades que solía enfrentar Michaela y las observaciones que realiza en sus TikToks
