Hay una gran cantidad de investigaciones científicas sobre cómo afecta a nuestras vidas el hecho de tener hermanos. A veces mejores amigos, a veces rivales, son una parte esencial de nuestras vidas y no hay mucho que podamos hacer al respecto.
No es de extrañar que, después de muchos años sin contacto, la gente sienta la necesidad de volver a conectar con sus hermanos, ya que, pase lo que pase, siguen siendo las personas más cercanas que tienen.
Por eso, cuando alguien planteó la pregunta "¿Qué es lo que nunca entenderán las personas que no tienen hermanos?” seguramente tocó un punto sensible para muchos. Miles de personas empezaron a compartir sus experiencias y está claro que la vida con hermanos está llena de peculiaridades extrañas que sienten que sólo ellos pueden entender.
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Puedes darle tu riñón pero nunca le darás el mando de la televisión.
Con mis hermanos teniamos una regla: eras el dueño/a indiscutible del control remoto siempre y cuando estuvieses en el sillon. Si te levantabas (cosa que pasaba seguido para ir al baño,buscar algo para comer y demas) te j*dias! era una regla que se respetaba... cuantos recuerdos :)
Odiar a alguien que está literalmente sentado en la misma habitación que tú y no está haciendo nada, sólo su presencia es molesta.
El hecho de que, como hermano mayor, puedes hacerles la puñeta a los hermanos menores. Pero nadie más puede hacerles daño.
Además, los quieres más de lo que ellos puedan imaginar.
"Ven aquí"
"¿Por qué?"
"Quiero enseñarte algo"
"No, me vas a pegar"
La cantidad de chantajes que se hacen los unos a los otros que crean un escenario de Guerra Fría.
En concreto, para los hermanos mayores:
La ola de miedo que te recorre en el momento en que tu hermano pequeño rompe a llorar al alcance de tus padres por algo que has hecho.
Que tus padres te ofrezcan algo, decir que no, y luego cuando ves que se lo ofrecen a tu hermano, reaccionas en plan: 'Espera un momento, yo quiero eso'.
Tener alguien con quien quejarte de tus padres. Quiero mucho a mis padres, pero a veces están locos.
No sé si son sólo mis hermanos, pero se acercan a mi puerta y se quedan parados. "¿Qué quieres?", nada, sólo un silencio absoluto. Y luego se alejan con la puerta abierta de par en par.
Deshidratarse literalmente para no perder el asiento principal del que si se levanta, te lo robarán en segundos.
Es tan satisfactorio ser finalmente el jugador uno cuando fuiste el jugador 2 durante años.