Acurrucarse junto a tu mascota en el sofá cuando hace frío es una maravilla. Por supuesto, no todo el mundo quiere tener un animal en su hogar y en su vida, ya sea porque están muy ocupados o porque cuidarlos es muy difícil. Eso es lo que creen, pero cuando un perro llega a ellos, sus dudas desaparecen y se hacen amigos.
La gente está compartiendo sus reconfortantes historias sobre sus perros con el hashtag #didntwantadogchallenge en el grupo público de Facebook "Dogspotting society". Estas historias te alegrarán el día y te harán querer rescatar un perro, si no tienes ya alguno en casa. Vota las imágenes que más te hagan sonreír.
El equipo de Dogspotting ha confirmado que sus miembros son proactivos y ellos mismos crean estos bonitos desafíos. Cuando termines de llenarte de energía positiva con esta lista, echa una ojeada a otras personas que no querían perros en sus vidas pero cambiaron de idea, y nuestras publicaciones anteriores sobre la comunidad Dogspotting.
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Hace unos años falleció el perro de mi abuelo y este juró no volver a tener más perros... En resumen, ahora Delilah es el nuevo amor de su vida y hasta se cogen de la mano.
Mi ex me dijo que no ibamos a tener mascotas cuando nos mudáramos juntos. Así que cuando no supo decidir si quería estar conmigo, yo me fui. 1 mes después me compré la casa que nos ibamos a comprar juntos y mi madre me regaló a Ralph. Ahora soy soltera y vivo genial con mi mejor amigo.
Tenía una nueva relación, estaba empezando a asentar mi vida y un día me llamaron para que acogiera a un cachorro de doberman que no tenía más opciones. Al llegar el perro lo destrozó todo y supe que sería difícil encontrarle adopción. 6 meses después, mi relación se fue por el retrete, pero el perro seguía conmigo. 2 meses después, mi exnovio entró a la fuerza en casa con un cuchillo y nos atacó, y el perro me defendió. Ahora sabía que me tenía que quedar con él. 2 años después, es mi mejor amigo.
Storm llegó a mi hace 10 años cuando me llamaron de la protectora para una acogida urgente. No tenía experiencia con huskies, me dijeron que la habían rechazado en 2 sitios y tuviera cuidado o se comería a mis gatos, que solo sería una noche. Pero el vínculo fue instantáneo, y por la mañana llamé para decir que me la quedaba. Era perfecta, se convirtió en perro de terapia, alegró la vida a mucha gente. Falleció el mes pasado, con 15,5 años.
Hace 6 años mi marido fue al refugio y me pidió si podía traer a casa a este perro. Yo estaba destrozada por la muerte de nuestro anterior perro, pero insistió. Se hicieron amigos al momento. Pero mi marido murió de repente hace 4 años y me ha dejado a su perro, que no entiende el espacio personal, pero agradezco tener.
Cuando nos casamos, él no quería perros, pero tras mucho pedir, adoptamos un cachorro. 31 años después, hemos tenido más de 40 perros y 22 aun viven con nosotros.
Cuando tenía 22 años trabajaba de técnica veterinaria. Un cliente trajo una camada en la que habían nacido algunos con labio leporino y paladar partido. Algunos no sobrevivieron, pero uno con labio leporino tuvo que venir más porque se le soltaron los puntos. Se los arreglé yo misma y me enamoré. Perdí a mi Penelope el año pasado, vivió 9,5 años. Fue lo mejor que me ha pasado.
Yo quería ir a la perrera y mi marido no, porque ya teníamos 3 perros. Al final nos llevamos a este cachorro y ahora son inseparables.
Teníamos un bebé y 2 perros mayores y no quería otro, pero soy entrenador de perros y me trajeron a un cachorro que necesitaba ayuda porque era agresivo. En realidad los dueños lo trataban fatal y ya no lo querían. Al final me lo quedé y fue una locura porque tenía un bebé de 6 meses en casa. Ahora mi hija y él son compañeros de juegos y amigos.
"¿No crees que 4 perros son demasiado?" decía mi marido. Como veis, ha cambiado de idea.
Mi novio no quería un perro mayor porque nos rompería el corazón, así que cuando traje uno, me hizo devolverlo y se enfadó mucho cuando lo volví a traer. Al final nos rompió el corazón 2 años después, pero no lo cambiaríamos por nada, fue maravilloso.
Cuando me mudé con mi prometido, estaba luchando contra una adicción y no quería más responsabilidades, pero necesitaba cariño perruno. Al final encontré a Stella y la traje a casa. Luego mi novio quería otro perro y un amigo para Stella, y trajo a Little, un perro con enanismo y problemas de salud, lo que era demasiado. Pero 4 años después, aquí estamos.
Empecé a acoger perros y mi marido no quería saber nada, era más de gatos. Tuvimos uno que estaba muy enfermo y necesitaba rehabilitación. Cuando por fin se recuperó y estuvo listo para ser adoptado, mi marido se negó a dárselo a nadie.
Esta es Josie, va a cumplir 10 años. No paraba de cambiar de dueños y conseguí que se la quedaran mis padres. Cuando me emancipé, me la iba a llevar conmigo, pero mi padre se negó. Ella estuvo con él en sus momentos dolorosos.
Mi novio decía que los chihuahuas no eran perros de verdad. Cuando nos mudamos juntos, dijo que no los quería en el sofá. 2 años después, creo que quiere a Daisy más que a mi.
Hace 6 meses que falleció nuestro perro de 15 años. No lo superábamos, pero fuimos a un refugio y conocimos a Jade, que fue corriendo hacia mi padre. Dijo que era demasiado pequeña. 1 año después, así están.
En 2018 fui a buscar calabazas para Halloween y tenían un evento de adopción al lado, en el que estaba este pobrecito. No sabemos su edad, tiene mal los ojos, los dientes, la cadera, y canas. A mi me pasa lo mismo, y ahora no sé qué haría sin ella.
Yo decía que nunca tendría un pitbull y cuando conocí a mi ahora marido, él decía que no se volvería a casar ni a tener más hijos. Ahora llevamos 26 años casados, tenemos 2 hijos más y todos estos pitbulls.
Jasper, al que solo ibamos a cuidar mientras hubiera que darle el biberón. Ahora es el perro salchicha de mi marido.
Mi madre trajo un cachorro a casa a pesar de que mi padre dijo que no. Unas semanas después, ella dijo de regalárselo a los nietos y mi padre dijo :"NO, es mi hombrecito"
Antes: "Si el perro ladra mucho, se caga en casa o rompe algo, lo devolvemos."
Ahora: "Ponle una mantita, tiene frio"
Tenía 16 años y el perro de mi amigo acababa de tener cachorros. Le pedí uno a mi padre y dijo que no. Al menos le convencí para ir a verlos. Uno de ellos era este tan cabezón. A mi padre le gustó tanto que pareció que la iba a meter en su testamento.
Bo venía de una camada de 14, tenía menos de 6 semanas pero la salud de todos ellos iba a peor. Mi amiga veterinaria me recomendó que nos la lleváramos para tratarla en casa, mi pareja no quería, pero lo hicimos. 2 días después, alguien robó a la madre y a los cachorros, pero Bo ya estaba con nosotros.
Fuimos a ver a mi abuela y en la casa de al lado vendían cachorros de pastor alemán. Mi madre y yo fuimos a verlos. Me enamoré de uno. Mi madre dijo que había que convencer a mi padre, que no quería más perros. Pero lo vio y... ahora tenemos un pastor alemán de 4 años, se llama Cuda.
Teníamos 5 gatos y deudas y de broma mi marido dijo que podríamos tener un gran danés. Somos pequeños, los gatos también. Nos reimos. Pero 2 años después aquí estamos con 2 daneses.