Viaje al centro de la Tierra: el interior de una de las cuevas más profundas del mundo

En su famosa novela llena de aventura, Viaje al centro de la Tierra, Julio Verne hizo que sus personajes emprendieran el viaje de sus vidas para llegar al núcleo terrestre. Aunque esto no sea factible en la realidad, las personas siguen explorando incansablemente el misterioso mundo oculto bajo sus pies.

La espeleología es una ciencia que estudia la naturaleza, el origen y formación de las cavidades naturales del subsuelo. Los espeleólogos se adentran en las profundidades para tratar de descubrir sus secretos.

Lo que lograron es increíble: explorar la cueva Krúbera-Voronya, ubicada en el Cáucaso occidental, una de las cuevas más profundas del mundo. En español se traduce como «Cueva del Cuervo» y comenzó a ser investigada en los años 60, aunque los investigadores no se animaron a ir más allá de los 180 metros de profundidad.

En un extremo de las montañas del Cáucaso occidental se encuentra una de las cuevas más profundas conocidas: Krubera-Voronya

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Fue descubierta por exploradores soviéticos en 1960, pero en aquellos momentos no se descendió más allá de los 180 metros de profundidad

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Este sistema de cuevas se compone de cientos de cuevas que comenzaron su desarrollo hace más de cinco millones de años, posee una longitud de 16.058 metros y está repleto de profundos pozos verticales que se interconectan con pasajes. Se asemeja a un laberinto subterráneo debido a sus caminos complicados que dan hacia varios fondos falsos. Para su exploración, debido a su complejidad, es necesario montar campamentos bajo tierra para investigar.

En la actualidad, varias expediciones de espeleólogos han intentado llegar al final de la cueva, pero ha sido imposible

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A lo largo de los años, se han sucedido expediciones que fueron rompiendo el récord de la anterior inmersión; aunque se cree que todavía no se ha llegado al fondo. En los años 90, un equipo de espeleólogos ucranianos fue el primero en llegar a los 700 metros de profundidad. Ese mismo equipo lograría tiempo después llegar hasta los 1.200 metros.

Quien más lejos ha llegado hasta el momento ha sido el ucraniano Gennadiy Samokhin, que alcanzó los 2197 metros de profundidad

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Actualmente, se sabe que posee una profundidad de 2.197 metros. Este hecho fue comprobado por el espeleólogo Gennady Viktorovich Samokhin en 2012. Para esto fue necesario sumergirse en uno de los lagos.

En la cueva hay pasajes tan estrechos en los que es casi imposible explorar, y cantidad de lagos subterráneos que a menudo los expedicionarios deben bucear

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En el año 2010, se halló a 1.980 metros al Plutomurus ortobalaganensis, el animal encontrado a mayor profundidad terrestre. Se trata de un artrópodo que carece de ojos y de alas, tiene respiración cutánea y sus antenas funcionan como detectores químicos. Además, se hallaron otras tres especies a menor profundidad:  Anurida stereoodorata (a 70 m de profundidad), Deuteraphorura kruberaensis (a 15 m de profundidad) y Schaefferia profundissima (a 1600 m de profundidad).

Parte de la dificultad de la cueva radica en que no es líneal: tiene 6 entradas, falsos fondos y un complejo sistema de caminos aún sin descifrar por completo

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Por supuesto, las condiciones de exploración son complejas. Es necesario montar campamentos subterráneos, atravesar estrechos de hasta 40 centímetros con peligro de inundación y bucear para poder atravesar las cascadas gélidas que se forman por la lluvia.

Cuando se alcanzan los 200 metros de profundidad, se divide en dos partes. Para llegar hasta el punto más bajo se puede optar por la cueva Kúibyshev o por la fosa Henrich.

Las condiciones tampoco ayudan: el nivel de humedad ahí abajo es del 100%, y las temperaturas rara vez superan los 2ºC. Por no mencionar la oscuridad más allá de las linternas de los espeleólogos

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Es un destino popular entre los exploradores de todas partes del mundo. Todavía queda mucho por explorar y, con el tiempo, se espera lograr conocer más de las maravillas que se guardan silenciosamente en las profundidades.

Sorprendentemente, también hay vida dentro de la cueva: se han encontrado hasta 12 especies distintas de artrópodos, algunas de ellas endémicas

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Amigos, si se quedaron maravillados por la cueva de Krubera-Voronya y desean ver más,  les contamos que hay varias otras cuevas profundas en el mundo. Algunas de ellas son la cueva de Lamprechtsofen, que se encuentra en Austria y tiene una profundidad de 1,632 metros, la cueva de Gouffre Mirolda, en Francia (1.626 metros), el sistema de cuevas Optymistychna, en Ucrania, que cuenta con el laberinto de yeso más largo del mundo, entre muchas otras.

A pesar de todo esto, Krubera-Voronya es la 2ª cueva más profunda del mundo. El primer puesto es para la cueva Veryovkina, también en la misma región del Cáucaso

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En España, una de las cuevas más profundas es “La Torca del Cerro», en Burgos. Esta cuenta con una profundidad total de 1,589 metros y es conocida por sus impresionantes formaciones de estalactitas y estalagmitas, así como por sus amplias salas subterráneas y sus estrechos pasajes.

¿Quién sabe si algún día llegaremos a lo más profundo de estos abismos? Desde luego, la naturaleza no deja de sorprendernos, incluso bajo tierra

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Queridos Pandas, nos imaginamos que estarán boquiabiertos luego de conocer los datos de esta increíble cueva ¿Se imaginaban que existían lugares así de maravillosos en nuestro planeta? ¿Conocen cuevas profundas en sus países? ¡No se olviden de contarnos todo en la sección de comentarios!

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