Los padres y otros miembros de la familia siempre quieren que sus hijos crezcan como seres humanos sabios y buenos en general. Pues bien, si hay algo que sabemos sobre la paternidad es que criar a los hijos no es tarea fácil. Por eso, las madres y los padres tienen que ser un poco creativos para empujarlos en la dirección correcta y, a veces, eso implica estirar la verdad y decir inocentes mentirijillas.
Los niños se creen casi todo lo que se les dice. Por eso, hace unos meses, el usuario AfterIsIsIsIsIsWas decidió averiguar qué tonterías creía la gente cuando era más joven. Cuando preguntó a sus compañeros de Reddit: "¿Cuáles fueron las mentiras más tontas que creíste de niño/a? miles de personas respondieron.
Bored Panda ha seleccionado algunas de las mejores respuestas de este hilo para hacer una colección que te resultará divertidamente familiar de mitos de la infancia que algunas personas creyeron durante demasiado tiempo. Sigue leyendo, vota las que más te gustaron y comparte tus propias historias en los comentarios.
This post may include affiliate links.
Perdí mi peluche (un perro blanco) en el aeropuerto de Miami cuando tenía 5 años. Era mi favorito y estaba muy triste por ello. Unas semanas más tarde, mi madre me regaló un peluche de perro marrón que, por lo demás, era exactamente igual que el blanco que había perdido. Dijo que los trabajadores del aeropuerto lo habían encontrado y nos lo habían enviado por correo, pero que estaba bronceado porque estaba en Florida. Me lo creí durante unos años. El perro bronceado es ahora de mi hijo y es un gran fan :)
Mi hermano mayor me gastó una broma una vez. Yo había visto un programa de televisión para niños (creo que era "The Electric Company") en el que había una estrella invitada que era bailarina de claqué.
Mi hermano me convenció de que los bailarines de claqué hacían sus sonidos, no con los pies, sino con la boca.
Me pasé las siguientes semanas intentando bailar claqué con los ruidos de mi boca antes de que mi madre me hiciera dejarlo.
Cuando era niño, toda mi familia se iba de acampada y mi bisabuelo traía un gran salero para cada niño. Cuando llegábamos, nos lo pasaba a cada uno y nos decía: "Si le pones sal en la cola a una ardilla, ésta pierde el equilibrio y ya no puede trepar a los árboles, así es como puedes atrapar una y tenerla como mascota". Todos nosotros corríamos por ahí persiguiendo ardillas con saleros tratando de atrapar a una de las pequeñas durante horas mientras los adultos se sentaban a beber sin interrupción. Nunca conseguí una ardilla como mascota.
Cuando era niño, me enfadé porque se me desprendió un botón de la camisa. Mi madre me dijo que no me preocupara y que si colocaba el botón debajo de una piedra en el patio, el hada de los botones lo sustituiría por una moneda.
Me lo creí y, para consternación de mi madre, descubrió que había arrancado los botones de todas las camisas de mi armario. A día de hoy, 40 años después, los botones de las camisas siguen encontrándose bajo piedras al azar en el patio de mis padres.
Mi padre me dijo, cuando tenía unos 8 o 9 años, que "la gente de la planta de tratamiento de aguas residuales ha estado examinando tus cacas y necesita que comas más fibra".
Cuando era un niño, mi padre me dijo que costaba 25 céntimos cambiar la emisora de la radio para evitar que me tocara la radio de su coche. Me lo creí hasta los 14 años.
Cuando era niño le pregunté a mi padre si leer suficientes libros realmente podía darte telequinesis... (Matilda)
Me dijo que sí. Pasé muchos años después de eso pensando que no estaba haciendo lo suficiente.
Mi hermana me dijo que si cuentas todas las piedras de Stonehenge te morirás. Todavía no sé cuántas piedras hay en Stonehenge.
A veces, cuando pedíamos un McDonald's, mi padre decía que no, pero iba hacia allí de todos modos y decía que el coche lo hacía solo. Yo le creía todas las veces y pensaba que el coche era mi colega.
De niño tuve una hernia estrangulada, que me dejó con un solo testículo. Mi padre me dijo que si alguna vez tenía hijos serían todos niños o todas niñas porque cada testículo es para cada sexo. Lo creí durante años.
Que toda nuestra casa estaba cubierta por cámaras de seguridad del tamaño de un tapón de corcho y que mis padres podían ver todos mis movimientos.
Que si te tragabas las semillas negras de la sandía, te crecería una sandía en el vientre.
Cuando era muy chica me decian eso pero con las semillas de la naranja... tambien que la cascara de las uvas se pegaban a los pulmones,y si no queria morir tenia que evitar la cascara. Quien me lo decia realmente lo creia :O pobre, no entendia nada de anatomia jajajaj
No podía entender cómo todas las escenas de muertes en las películas de guerra parecían tan realistas. Así que le pregunté a uno de mis hermanos mayores cómo lo hacían. Me dijo que vaciaban las prisiones estatales de la zona en la que se rodaba la película, los vestían y les daban armas y les decían que si sobrevivían al rodaje podían salir de la cárcel. Me lo dijeron a los 7 años y me lo creí hasta los 10.
La furgoneta de los helados ponía música para que todos supieran que se había acabado el helado.
El botón del reposabrazos en los aviones es el botón de expulsión.
Descubrí que reclina tu asiento vergonzosamente tarde.