20 Personas comparten «costumbres sociales» que son anticuadas, tóxicas y deberían ser retiradas
En algunos ámbitos, el mundo puede cambiar muy rápido, pero en otros, puede quedarse atrás. Suena a tópico, lo sé, pero es cierto.
Tanto si hablamos del mundo occidental como de cualquier otro lugar, cada sociedad tiene sus propios problemas y carencias. Discutir estos temas tan delicados tampoco es fácil. Las emociones pueden calentar estas discusiones muy rápidamente.
Pero parece que el usuario de Twitter @ewgraiam encontró la manera de reunir a la gente para una charla civilizada: lo pidió amablemente y ofreció un micrófono. Resulta que era todo lo que necesitaban para hablar en paz sobre todas las cosas culturales que se podrían cambiar para hacer del mundo un lugar mejor.
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Según un estudio, publicado en Nature Human Behaviour, las personas tienden a copiar las decisiones de otras personas, incluso cuando saben que esas personas no tomaron sus decisiones libremente, y cuando la decisión no refleja sus propias preferencias reales. Así de poderosas pueden ser las normas sociales.
Imagina que has visto a un hombre robar un banco, pero que luego da el dinero robado a un orfanato. ¿Llamas a la policía o dejas al ladrón en paz para que el orfanato pueda quedarse con el dinero?
Los investigadores plantearon este dilema moral a 150 participantes reclutados en línea en su primer experimento. Pero antes de que la gente tomara su decisión, los investigadores también presentaron información sobre cómo se habían imaginado actuar los participantes en un experimento anterior durante este escenario.
"A la mitad de nuestros participantes se les dijo que la mayoría de las otras personas se habían imaginado denunciando al ladrón. A la otra mitad se le dijo que la mayoría de la gente había imaginado no llamar a la policía", explican Campbell Pryor y Piers Howe, coautores del estudio.
"Sin embargo, lo más importante es que dejamos claro a nuestros participantes que estas normas no reflejaban las preferencias de la gente. En su lugar, se dijo que la norma se había producido debido a algún código defectuoso en el experimento que asignaba aleatoriamente a los participantes anteriores a imaginar que denunciaban o no al ladrón".
Sin embargo, los participantes siguieron las normas sociales de las personas anteriores, aunque sabían que eran totalmente arbitrarias y no reflejaban las elecciones reales de nadie.
"Una serie de experimentos posteriores, con 631 nuevos participantes reclutados en línea, demostró que este resultado era sólido. Se mantuvo con diferentes participantes y diferentes dilemas morales. No se debió a que nuestros participantes no entendieran que la norma era totalmente arbitraria", explicaron los investigadores.
Que esto sea bueno o no depende en gran medida de la situación. Por ejemplo, las normas sociales se utilizan para fomentar el comportamiento prosocial y se han empleado con éxito para promover una alimentación sana, aumentar la asistencia a las citas médicas, reducir la evasión de impuestos, aumentar la reutilización de toallas en los hoteles, disminuir el uso de energía a largo plazo y aumentar las inscripciones de donantes de órganos.