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Estados Unidos es el único país dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, un grupo formado por 36 de los países más ricos del mundo, que no obliga a los empleadores a darles vacaciones pagadas a sus empleados, según el Centro de Investigación Económica y Política.

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Esto deja a un 23% de los estadounidenses sin vacaciones pagadas y a un 22% sin días festivos remunerados. Así que, como podrán imaginar, si un empleado recibe días libres pagados, es algo que se toma muy en serio. No es de extrañar que esta trabajadora de 25 años sin hijos, autora de esta publicación en r/AITA, diera una respuesta negativa cuando su colega de 41 años con hijos le pidió que compartiera sus días de vacaciones acumulados.

“Ella quería que le diera 6 de mis días libres. Su justificación era que, como yo no tengo hijos, no necesitaba tantos días”, explicó la autora. Pero, luego de que esta mujer respondiera que no podía darle sus vacaciones ganadas con mucho esfuerzo, el drama se desató en la oficina. Continúen leyendo para saber cómo concluyó.

Si tienen alguna opinión sobre este incidente que les gustaría compartir con los demás, ¡déjenla en la sección de comentarios!

No es un secreto que los nacimientos en Estados Unidos están disminuyendo, y esto tiene que ver en parte con el hecho de que, después de la crisis económica de 2008, ahora la mayoría de los millennials creen que existen más cosas en la vida que tener hijos. Las estadísticas del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) prueban esto. Su informe reveló que la tasa de natalidad de EE. UU. cayó un 4%, lo cual es la caída más aguda en un año dentro de los últimos 50 años y el número más bajo de nacimientos desde 1979.

Así, es probable que las diferencias entre las personas de distintas generaciones que tienen y que no tienen hijos se estén volviendo cada vez más evidentes. Esto es especialmente cierto con la gente que pasa mucho tiempo junta, como los amigos, los familiares y los compañeros de trabajo. Puede que los empleados con hijos sientan que merecen más reconocimiento, empatía e, incluso, recompensas, pero esto no es justo para sus colegas que conscientemente eligieron no tener hijos.

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Actualmente, la conversación sobre no tener hijos voluntariamente se ha vuelto cada vez más relevante y empoderante para las generaciones más jóvenes y para las mujeres en particular. “Nadie está obligado a hacerlo si no quiere o si no está listo”, le contaron las tres mujeres que crearon el pódcast Childfree Girls a Bored Panda. Agregaron que nos sorprendería la cantidad de personas que no saben que “pueden escoger no ser padres”.

Los desacuerdos comunes entre las personas sin hijos y los padres también pueden estar relacionados con el hecho de que las generaciones anteriores, especialmente los boomers, veían el tener hijos como algo valiente y maduro que se fomentaba exhaustivamente. Childfree Girls explicó que: “La gente dice ‘ten un hijo’ con arrogancia, como si no fuera el difícil trabajo que los padres a menudo dicen que es, sino la decisión más importante que un individuo puede tomar, que permanentemente afecta no solo la vida de los padres, sino también las de las personas que ellos crean”.

Durante la pandemia, las empresas estaban más dispuestas a recompensar a los empleados con hijos

Por otro lado, parece que nuestra sociedad sigue siendo bastante hostil con los trabajadores sin hijos. Durante el brote de la Covid en otoño de 2020, en varias importantes empresas de tecnología se les dieron más bonos y más tiempo libre a los padres que tenían que cuidar a sus hijos, cuando antes esto se vinculaba con el desempeño. The Times informó que algunos empleados sin hijos se quejaron de que los nuevos beneficios, basados en el cuidado infantil, eran injustos, y que se esperaba que las personas sin hijos cargaran con el peso de los padres que ya no hacían su parte en el trabajo.

En respuesta a esta situación, la gente llamó a las personas sin hijos “egoístas”, una etiqueta que muchos de ellos están cansados de oír. Laszlo Bock, un ex jefe de recursos humanos de Google, dijo: “Que la gente se enoje tanto como para decir ‘siento que esto es injusto’ demuestra falta de paciencia y de empatía, y un sentimiento de tener derecho a algo”.

Y esto es lo que la gente tenía para decir sobre toda la situación

Resulta que ambas partes, los empleados que tienen hijos y los que no, están descontentas

En tiempos de pandemia, cuando todos trabajan desde sus hogares, la gente sin hijos está asumiendo una carga de trabajo más pesada, como lo mostró un informe de Bloomberg. Por otra parte, el mismo informe señaló que a los padres y, especialmente, a las madres se les permite trabajar menos.

Es justo que las personas sin hijos, que se ven agobiadas por una inmensa cantidad de trabajo, sientan resentimiento e, incluso, enojo hacia sus colegas con hijos. A la vez, los padres pueden sentirse completamente agotados luego de pasar un año educando y trabajando desde el hogar con muy poco tiempo libre, si es que lo tuvieron.

Parece que las dos partes están igual de descontentas, entonces ¿qué se puede hacer al respecto? ¡Compartan sus opiniones en los comentarios!