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Este ilustrador revela contradicciones de la sociedad con sus cómics irónicos «Sí, pero…»
Si pudiéramos apostar a algo con seguridad, sería a que la serie de cómics “Sí, pero” de Anton Gudim siempre nos dará contenido impactante. Con su creatividad ilimitada, este artista confecciona situaciones que no solo nos hacen reír, sino que también reflejan la realidad de una forma conmovedora y realista. La habilidad de Gudim para combinar el humor con una mirada profunda a la vida cotidiana y la sociedad asegura que su trabajo siempre sea atrapante para su audiencia.
Pueden ver artículos anteriores de Panda Curioso con trabajos de Anton aquí, aquí y aquí.
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Como habrán imaginado, estamos de vuelta con otro artículo más en el que les mostramos los trabajos más recientes de Gudim, esta vez con preguntas nuevas para él.
Este artista es conocido por su inteligente y divertida serie “Sí, pero”. Puede que recuerden las entrevistas anteriores que le hicimos; ahora, estamos muy entusiasmados de indagar un poco más profundo en la mente de detrás del arte.
Anton nos contó cómo es su proceso creativo. “Siempre estoy observando el mundo a mi alrededor, tomando nota de las situaciones interesantes o paradójicas con las que me encuentro. Estas observaciones, generalmente, sirven como base para mis cómics. En cuanto a mi entorno de trabajo, puedo ser creativo casi en cualquier parte, mientras sea tranquilo y yo tenga la capacidad mental de enfocarme”, explicó.
Cuando conversamos sobre las críticas y la ocasional negatividad que pueden darse a la hora de publicar estos trabajos en internet, el artista demostró un criterio admirable: “Las críticas son parte de ser una persona creativa, especialmente cuando tu trabajo se comparte en una plataforma tan grande. Veo cada crítica que recibo como una oportunidad para crecer y mejorar. Sin embargo, es crucial distinguir entre las críticas constructivas y la simple negatividad. Si la crítica es valiosa, podría influir en mis próximos trabajos, pero si a alguien personalmente no le gusta lo que hago, esto no afectará a mi estilo”.
Al preguntarle si hay temas de su interés que aún no ha explotado en sus cómics, Anton se mantuvo bastante misterioso. “Hay muchísimos temas y cuestiones que todavía no traté y que espero tratar en el futuro. Dada la constante cantidad de contradicciones y absurdos que hay en la vida, siempre hay temas para cubrir. Sin embargo, prefiero no contar mis planes. El elemento sorpresa de los cómics es parte de lo que los hace atractivos, creo yo”.
Encontrar el equlibrio entre su trabajo principal en ingeniería y la parte creativa es un desafío, pero Gudim no deja que el trabajo lo detenga. “Puede ser un acto de malabarismo gestionar mi trabajo en ingeniería y la creación artística, pero encuentro la forma. De hecho, tener un trabajo que no está relacionado con el arte me beneficia, ya que me da un descanso del proceso creativo y da el espacio a mis ideas para que se gesten en el fondo de mi mente. En cuanto a cómo influye mi formación en ingeniería, diría que suma un nivel de precisión y pensamiento analítico a lo que hago. Mis cómics, aunque sean irónicos, suelen ser el resultado de un planeamiento y una ejecución meticulosa”.