40 Colecciones muy interesantes e inusuales que tiene la gente (Nuevas fotos)

La curiosidad humana, al igual que la creatividad, no tiene límites. Millones de personas alrededor del mundo comparten el entusiasmo de adquirir toda clase de objetos inusuales que la mayoría no pensaría en coleccionar, pero para ellas es irresistible. Estas posesiones pueden llegar a formar parte de su personalidad, mostrando a sí mismos y a los demás quiénes son y a dónde pertenecen. Algunos coleccionistas han convertido sus pasatiempos en trabajo de tiempo completo, inaugurando museos o galerías y ofreciendo recorridos en sus propias casas. 

Para saber más sobre lo que pasa por nuestras mentes cuando ansiamos coleccionar cosas que nos interesan profundamente, nos pusimos en contacto con la profesora Shirley M. Mueller, M.D. Esta coleccionista y estudiosa de la porcelana china de exportación, conocida internacionalmente, compartió con gusto algunas ideas sobre la creación de colecciones únicas y nuestros comportamientos relacionados con esto.

Mueller es profesora de neurología en la Universidad de Indiana, además de una renombrada autora de múltiples libros. Combinando sus dos campos de interés, ha publicado recientemente Inside the Head of a Collector: Neuropsychological Forces at Play, que explica la misteriosa y, a menudo, poco comprendida lógica de los coleccionistas y profundiza en algunos de los temas tratados en el artículo.

Según la profesora Mueller, entre el 30 y el 40% de la población —un número enorme— colecciona alguna cosa. Y las razones por las que la gente se inclina por acumular objetos inusuales son numerosas. Una de las más comunes es, simplemente, que les produce placer. "A la expectativa de la obtención de ese objeto especial, nuestro centro del placer se 'ilumina' mediante una sofisticada técnica científica llamada imagen de resonancia magnética funcional", le explicó a Bored Panda.

La neurocientífica, certificada en neurología y psiquiatría, explicó su investigación con todo detalle en su artículo de Psychology Today. El método que mencionó se llama paradigma Oddball, y es un experimento en el que se presenta al participante una serie de elementos ordinarios interrumpidos por otros extraordinarios. Su actividad cerebral se registró mediante una máquina de resonancia magnética funcional que reveló que una vez que las personas presenciaban lo inusual, sus mentes mostraban una respuesta abrumadora.

"Esta puede ser la razón por la que buscamos lo único cuando coleccionamos. Estimula nuestro cerebro en áreas que conectan con nuestro centro de placer. Esto también puede tener un beneficio evolutivo. Exploramos lo nuevo hasta determinar si nos beneficia o no", escribió Mueller.

Otro motivo común que impulsa a algunos coleccionistas es el orgullo. Al adquirir objetos exquisitos y raros, la gente se siente entusiasmada porque podría diferenciarse de la multitud e incluso, obtener el reconocimiento y la admiración de los demás. "Otros coleccionistas, aparte de la rareza de la pieza, quieren adquirirla a un precio modesto. Esa es su alegría y les da orgullo ser tan astutos. Es la posesión por relativamente poco dinero lo que les entusiasma", añade.

Luego, tenemos a los amantes de la historia que se sienten fascinados por descubrir joyas preciosas de nuestro pasado y sueñan con tener antigüedades en sus manos. Mueller afirma en su artículo que esto los hace sentirse más cerca de una época ya pasada e, incluso, puede darles una forma de reconectarse con sus antepasados, con figuras históricas importantes o con acontecimientos que sucedieron hace años. "Esta es la contraparte de tener un ‘sentido de la historia’ mirando hacia el futuro. Estos coleccionistas pueden esperar construir un legado transmitiendo objetos especiales a las generaciones futuras", explica la profesora.

Cuando se le preguntó si el hecho de tener más de un mismo artículo nos hace creer que estos objetos son más valiosos, la profesora dijo: "Un concepto neuroeconómico es que valoramos más lo que poseemos que los artículos similares o idénticos que poseen otros. Esto se llama efecto de dotación. Por lo tanto, tener más artículos iguales nos hace pensar que valen más que los mismos artículos que poseen los demás".

Mueller señaló que encontrarnos con colecciones extraordinarias y admirarlas en internet puede inspirarnos para iniciar una propia. "Además, conocer a alguien a quien admiramos que colecciona puede inspirarnos a hacer lo mismo", dijo.

Sin duda, los humanos nos distinguimos del resto del mundo natural por la recolección de objetos puramente por el placer de la caza y la satisfacción de poseerlos. Al parecer, este fenómeno no es nada nuevo. Los arqueólogos han descubierto que, hace 105.000 años, los humanos de la región del Kalahari, en el sur de África, recolectaban cristales. "Nuestro análisis indica que los cristales no se introdujeron en los yacimientos mediante procesos naturales, sino que fueron objetos recogidos deliberadamente, probablemente en vinculación con creencias espirituales y rituales", comentó a Forbes la Dr. Jayne Wilkins, autora principal del estudio.

Y resulta que nunca hemos mirado atrás desde el momento en que empezamos. "Coleccionar es un aditivo a la vida misma", nos dijo Mueller. "No es un trabajo; no es un pasatiempo. Es una pasión. ¿Qué podría ser mejor?".