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Es difícil no despreciar cosas que te causan dolor o sufrimiento. Cuando Tiffany Yonts tenía 14 años, recibió la vacuna del tétano y de la difteria como parte de una medicación rutinaria. Sin embargo, lo que experimentó después, no fue nada parecido a algo ‘rutinario’. Como resultado de la vacuna, Tiffany casi murió. Desarrolló el Síndrome Guillain Barré (SGB) para el que no existe tratamiento.

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“Fui diagnosticada incorrectamente durante dos años (con todo tipo de cosas, mi diagnóstico cambiaba constantemente), así que el hecho de no saber con lo que me enfrentaba hizo casi imposible saber qué era lo que me provocó esto,” explicó Tiffany a Bored Panda. “Estuve en un fuerte estado de negación. Cada vez que tenía un poco de energía, la utilizaba para pretender que mi vida seguía siendo normal. No pude seguir con la natación, lo que era mi pasión más profunda y mi trabajo. Sólo recientemente empecé a trabajar como entrenadora de natación para niños y me enamoré de este trabajo con todo mi corazón. Definitivamente, tardé bastante tiempo en aceptar que, básicamente, perdí mi identidad y a estuve en la oscuridad completa intentando entender lo que sucedía con mi cuerpo.”

Fuente: clemfairie

SGB es una enfermedad rara en la cual el sistema inmune de la persona provoca una respuesta inflamatoria que daña a los nervios periféricos. Puede afectar a los nervios sensoriales, nervios motores o nervios autónomos. Los síntomas pueden ser las interrupciones sensoriales en brazos, manos, pies y piernas, debilidad muscular y pérdida de reflejos. En algunos casos, se puede llegar a la parálisis.

“Cuando supe cuál era mi verdadero diagnóstico, pasé mucho tiempo investigando y aprendiendo mucho sobre la salud y la medicina,”, añadió ella. “Incluso estudié algún tiempo la medicina de Asia del Este (con una dosis de biomedicina) y, aunque ya era una pro-vacunas entonces, estos estudios me ayudaron a entender realmente los procesos físicos y la ciencia detrás de las vacunas y por qué son tan necesarias para la salud pública.”

Catorce años después de haber empezado a padecer los problemas de salud, por fin Tiffany decidió compartir su mensaje para todos los anti-vacunas.

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“Nunca fui una anti-vacunas, incluso después de lo que pasó. Creo que entendía que muy pocas personas reaccionan a las vacunas de la manera como lo hice yo, simplemente saqué el palito corto en vez de 999,999 palitos largos,” dijo Tiffany. “Entendía bastante temprano que todos los tratamientos y métodos médicos vienen con un cierto nivel de riesgo. Nunca nadie puede anticipar completamente cómo el cuerpo de la persona va a reaccionar a un tratamiento concreto. Nadie me dio esta vacuna con la intensión de enfermarme con el SGB. Me la dieron con la intensión de protegerme del tétano y la difteria. Y es la misma razón por la que se la dan a otros. No tuve suerte, pero la gran mayoría de la gente se beneficia de la misma vacuna.”

“Cuando aprendí más sobre la eficacia de las vacunas y la importancia de la inmunidad de grupo, realmente entendí qué importancia tienen las vacunas. Es lo que hizo que cambiara de ser pasivamente pro-vacunas a ser abiertamente pro-vacunas. Las vacunas no sólo protegen de las enfermedades terribles que conseguimos con el tiempo erradicar en gran medida, también protegen a personas con deficiencia inmune (como niños, pacientes de cáncer, otras personas con deficiencia inmune, etc.) que no pueden ser vacunados para no contraer estas enfermedades. La inmunidad de grupo es increíblemente importante y las personas sanas que se niegan a vacunarse ponen en riesgo al resto de la gente y ellos son los que más necesitan nuestra protección.”

Tiffany contó que de todos los síntomas del SGB que ella sufre, agotamiento general y debilidad, también el dolor constante del cuerpo (que le hace sentirse aún más cansada), son los más difíciles. “Siento neuropatías raras en sitios diferentes de forma aleatoria, pero ya estoy casi acostumbrada a esto. Sigo teniendo dificultad al respirar, pero no tiene nada que ver con lo terrible que era antes. Pasaron casi 15 años y, honestamente, no recuerdo qué significa tener todos estos síntomas. He aprendido cómo manejar mis expectativas y cómo cuidar de mí misma para que las cosas no se vuelvan demasiado malas. Cosas pequeñas son lo que todavía me afecta. Tomar una ducha me agota completamente y no puedo hacer casi nada después. Poner la sábana encima de la cama cada vez me deja sin aliento y tengo que sentarme para recuperar la respiración. Estas cosas pequeñas son descorazonadoras. Pero lo manejo lo mejor que puedo.”

Ella también quería agradecerle a todo el mundo el apoyo que recibió. “Sinceramente, no esperaba que mi historia llegara tan lejos. Quiero decir que yo quería que la gente pudiera entender la verdad sobre la situación, pero nunca esperaba que la gente prestara atención. Como lo veo yo, si mi historia puede ayudar por lo menos a una persona, todo esto habría valido la pena. Esto puede sonar como humildad falsa, pero, en realidad, cuando pasas una gran parte de tu vida casi sin salir de casa o casi sin salir de tu habitación, empieza a parecer que tener cualquier impacto es imposible y es demasiado fácil caer en la sensación de ser inútil.

La gente estuvo increíblemente agradecida con Tiffany por compartir su experiencia

Fuente: hoe4deftones

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Fuente: Neorotoxin

Fuente: mskittykowalski

Fuente: TheNate473

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Fuente: emica5307