Con la música navideña sonando en cada tienda por la que pasamos y la temporada de las fiestas a toda máquina, puede que muchos de ustedes Pandas se sientan inspirados a propagar un poco de alegría, a hacer algunas buenas acciones y en general ayudar a todos a sentirse contentos. Sin embargo, las buenas acciones no se fijan mucho en el calendario. El Espíritu de la Generosidad tiende a visitarnos sin importar la época del año, ya sea la temporada de Navidad o no.
Bueno, para inspirarlos a ser más generosos y a propagar la felicidad a tus familiares, amigos y comunidad, lejos y cerca, armamos una colección con algunas de las historias más altruistas en internet. En una publicación de Reddit que recientemente se volvió viral allí y en otros lados, los usuarios de internet finalmente se sinceraron sobre las buenas acciones que hicieron exclusivamente gracias a la bondad en sus corazones.
Advertencia: puede que hoy sus corazones se agranden hasta tres veces su tamaño, Pandas. No se olviden de votar a favor de las historias que más los hicieron derretirse por dentro. Y si quieren compartir sus propias historias de ustedes o algún ser querido siendo generoso, entonces la sección de comentarios los estará esperando con los brazos abiertos.
This post may include affiliate links.
Mi mamá falleció a comienzos de este año y todavía estoy lidiando con el dolor. La primera semana que volví al trabajo, mis colegas me dieron un cheque con varios cientos de dólares como un gesto de generosidad. Realmente me sentí conmovida con tanta bondad.
La semana siguiente cuando entré a la sala de descanso me encontré con una de las técnicas: tenía la mirada perdida. Acababa de recibir un llamado en el que le comunicaban que su hermano había sido asesinado la noche anterior. Se había mudado a nuestra ciudad hacía un año y no tenía familiares cerca. Mientras la abrazaba y la escuchaba llorar, le reservé un vuelo a casa. Costó varios cientos de dólares porque ella es de un pueblo pequeño, y el vuelo era para ese mismo día pero más tarde. Le dije que fuera a acompañar a su familia y que me avisara cuando estuviera lista para volver. No tuve ninguna duda que eso es exactamente lo que mi mamá hubiera querido que hiciera.
El equipo de ‘Action for Happiness’ (Acciones para la felicidad) compartió conmigo que la bondad, hacer cosas por otros y ser altruistas juegan un papel importante en nuestra felicidad en general.
"Piensen en cómo pueden extender una mano y hacer cosas por otros, ya sea ayudando a un vecino o siendo voluntarios en una causa, y cómo obtenemos una dosis de felicidad al ayudar a otros. Si no, pueden empezar de a poco y hacer simplemente una lista con las tres cosas de las que están agradecidos, todas las noches antes de irse a dormir", contó a Bored Panda Sarah Vero, de “Action for Happiness".
Sarah también compartió cuáles son las 10 claves para vivir con mayor felicidad: "Generosidad, relacionarse, ejercitarse, estar atentos, intentarlo, dirección, resiliencia, emociones, aceptación, y significado. Tendemos a ser más felices si tenemos una dirección, un significado y un propósito, y si somos parte de algo más grande que nosotros mismos", explicó.
Cada vez que veo a un/a cajero/a teniendo un día difícil, miro la sección de dulces, si es que hay una, y me muestro indeciso sobre qué elegir. Le digo: “No me puedo decidir, ¿cuál es tu favorito?”. Compro lo que sea que me diga y se lo entrego luego de la compra. Le digo que está haciendo un gran trabajo y le deseo un buen día. Esto siempre mejora su día.
Es un pequeño gesto.
Había una parada de bus semi escondida al costado de una tienda en la que solía trabajar, y un invierno un hombre sin hogar comenzó a dormir en el banco entre la parada y el estacionamiento
Un día llegué al trabajo 15 minutos más temprano y lo vi durmiendo con solo una franela y jeans. Corrí a la tienda, compré una manta, y lo tapé con ella.
No se despertó así que no supo que fui yo. Cada vez que lo veía estaba sentado en el banco envuelto en la manta.
Mientras tanto, Vanessa King, jefa del departamento de psicología en "Action for Happiness" remarcó el hecho de que somos una especie sociable. Ayudar a otros es el "pegamento social que nos mantiene unidos".
Según Vanessa, somos más felices cuando participamos en actividades grupales y en eventos de la comunidad. "Cuando hacemos cosas por otros activamos el centro de sentimientos gratificantes de nuestro cerebro, así que cuando hacemos un regalo nos sentimos igual que si lo recibiéramos", dijo.
La experta explicó que el altruismo es una habilidad que se aprende. Para resumir, podemos aprender a ser más altruistas, a ser más generosos, cuando cambiamos cosas pequeñas en nuestras vidas. La clave es ser consistentes. "Pequeñas acciones diarias, una a la vez, pueden ayudar a hacer que el altruismo se convierta en un hábito para toda la vida. Podríamos empezar en una escala pequeña con la decisión de sonreír a todas las personas con las que nos encontramos o con darles un cumplido a tres personas en un día", compartió Vanessa con Bored Panda.
Solía despejar el camino de entrada y el garaje de una señora. Me tomaba unos diez minutos, y ella siempre me saludaba enérgicamente con la mano desde su ventana. Estaba saliendo con una chica en ese momento que me decía, con mucha firmeza, por qué hacía eso, que no era mi responsabilidad. Me causó tanto rechazo que rompí con ella.
Entré al sitio web onesimplewish.org, que se especializa en darles a los chicos que están en el sistema de adopción cosas que normalmente no tendrían. Un niño de 11 años pidió una bicicleta para su cumpleaños, pero su familia de acogida no podía comprarle una. Por menos de $200 le compré una bicicleta nueva a este niño.
Algunas cosas que puedes hacer para ayudar a otros pueden ser tan simples como donar dinero a una organización benéfica o a un banco de comida. Si tienes más tiempo libre o si quieres generar un mayor impacto puedes ofrecerte como voluntario para una causa o dejar un paquete de comida o una nota para un vecino de edad avanzada.
"Todas estas acciones ayudan a otros y aumentan tu propia felicidad y, si somos más felices, los estudios muestran que estaremos más propensos a ayudar a otros", dijo Vanessa.
Un amigo de la universidad tenía problemas para juntar el dinero para pagar la cirugía de su gato. Hicimos todo lo que pudimos para reunir el dinero, incluso le pedí a mi padre que pusiera una pequeña caja de donaciones en su bar de cerveza artesanal, pero aún nos faltaba un poco de dinero. Mi amigo no lo sabe, pero agregué una buena cantidad de mi propio dinero a la caja antes de dársela y, por Dios, todavía me acuerdo de lo agradecido que estaba cuando vio que el dinero era más que suficiente. También me dijo, luego de la cirugía, que nunca creyó que íbamos a lograrlo pero que vio la dedicación que le puse y creyó en mí.
Mi prometida perdió el anillo que le había hecho y estaba muy consternada por ello. Forjé nuestros anillos yo mismo a mano (trabajo con metal); son unos anillos que se entrelazan y que diseñé e hice yo mismo. Entonces ella perdió el suyo, y no podíamos encontrarlo. Estaba muy triste ya que le encantaba. Como yo trabajé desde casa durante la pandemia, cada vez que ella se iba al trabajo, yo me ponía a fabricar su nuevo anillo. En unos 4 o 5 días le dije que lo había encontrado y le entregué el nuevo anillo que hice. Continúa sin saberlo. Me gusta que sea así. No quiero que se sienta mal.
De acuerdo con la opinión de la experta, es perfectamente normal "fingirlo hasta lograrlo" si no estamos acostumbrados a ser altruistas. Olvídense del asunto moral sobre si estás o no siendo generoso por interés propio exclusivamente o no. Deberías enfocarte en el acto de dar.
"Quizás al principio empieces ayudando a otros solo para llamar la atención y obtener cumplidos, pero descubrirás que te hace sentir bien también al ver la reacción de otras personas. Una vez que veas la diferencia que puedes hacer en el mundo, tu propia felicidad y altruismo se desarrollarán de forma natural", explicó Vanessa. A partir de allí, nuestro altruismo va a hacer, paso a paso, felices a otras personas, y será más probable que a su vez ayudemos a otros. Y así es como creas un mundo mejor, más generoso.
Le compré insulina al hijo de la señora que estaba delante mío en la farmacia. La mujer (una madre soltera) estaba llorando porque no tenía los $200 que necesitaba para pagar ese mes. Le di mi número y le dije que me llamara en los siguientes días. Eso fue hace unos años. Ahora es la recepcionista de la oficina de mi consultorio, gana lo suficiente como para cubrir cualquier necesidad o cosa que quiera, y es una de mis amigas más cercanas. (¡Y tiene una cobertura excelente para ella y su hijo!) Sean amables, ¡literalmente le pueden cambiar la vida a alguien!
Una mujer estaba escapando de un matrimonio abusivo sin llevarse más que sus hijos y la ropa que tenía puesta. Se corrió la voz en una red de información en la que pidieron algunas cosas esenciales que necesitaba.
Empaqué algunas cosas de la lista del pedido y también agregué algo que no habían pedido. Hago joyas como hobby. Puse un par de aretes en una bolsa de regalo: plata y perlas. También incluí una nota escrita a mano en la que decía que toda mujer se merece tener algo hermoso y le envié buenos deseos.
Si estoy caminando por un sendero y veo que hay un árbol o un retoño que está dañado, entonces hago mi mejor esfuerzo para arreglar su herida o quitar la parte rota para ayudar al árbol a crecer sin problemas. Es gratificante volver luego de un año o dos y ver que el pequeño árbol al cual ayudaste pudo echar buenas raíces y se negó a marchitarse.
Hago trabajos en el sector de informática, en general pequeños negocios y muchas reparaciones en el hogar. Tengo muchos clientes ricos y otros que no son tan afortunados. No es inusual que vaya a un hogar y que sea obvio que sobreviven a duras penas. Así que decido no cobrarles, o hago que sea una cuota mínima. También reacondiciono computadoras y se las doy a personas que tienen una que no se puede reparar.
Mi mejor paga fue una canasta de tomates criollos de la huerta, por dios, son una delicia.
Los fines de semana de invierno, cuando voy al centro de la ciudad a practicar el órgano, por lo general hay un hombre indigente en los escalones de entrada a la iglesia cerrada.
Cuando abro la puerta lo invito a que salga del frío y lo dejo dormir en uno de los bancos acolchonados en el calor relativo del edificio mientras practico o doy clases de órgano.
Siempre se lo ve agradecido de no tener que estar afuera y cuando me tengo que ir, lo hace mostrando su aprecio por mi gesto.
Estaba esperando para ver a mi doctor. Vi a un hombre mayor con un andador hablando con un servicio de autos para personas mayores/con discapacidades para conseguir un viaje de regreso a su casa. Aparentemente había habido una confusión y no podían conseguirle un auto. Mi doctor me llamó en ese momento y, cuando salí, el hombre mayor todavía seguía ahí hablando con el servicio de autos. Le dije que si confiaba en mí lo llevaría a su casa. Me respondió que todavía no había visto a su doctor. Le contesté que lo esperaría. Parecía que estaba por largarse a llorar.
En verdad era un hombre muy amable, y fue un viaje agradable.
Una vez estaba entregando un gran pedido de pizzas de Pizza Express, y el cliente no atendió la puerta así que el restaurante me dijo que podía quedarme con la pizza. Era demasiado para mí así que di un par de vueltas por la ciudad y di la mayoría a personas sin hogar.
Estaba en un centro comercial haciendo unos mandados y decidí almorzar en el patio de comidas. Recién terminaba de comer cuando un chico de probablemente unos 13 o 14 años, que se veía bastante desaliñado, me preguntó amablemente si tenía dinero para almorzar porque no había comido en todo el día. No tenía dinero en efectivo pero le dije que podía pedir lo que quisiera y que pagaría con mi tarjeta de débito. Se asombró. Me dijo: “En verdad no pensé que alguien me ayudaría”. Le aconsejé que se comprara un poco más para más tarde, pero se conformó con un sándwich y una bebida. Estaba agradecido. Quería decirle algo sabio como “vete a casa”, pero luego me di cuenta que probablemente ese era el peor lugar en el que él podía estar. No soy trabajadora social así que no supe de qué otra manera ayudarlo, pero al menos no pasó hambre por un rato.
Últimamente, estuve llevando a mi enorme perro amigable al centro de la ciudad para visitar a las personas sin hogar. Se ponen alegres cuando lo ven. Es una terapia kármica tanto para mí como para mi perro, que simplemente ama a esas personas.