En esta boda, 4 abuelas fueron las «niñas de las flores» a petición de la novia, y no pueden ser más encantadoras

En los momentos importantes de nuestras vidas deseamos que las personas que más queremos estén con nosotros acompañándonos; es que su presencia hace la diferencia. En un día feliz, las sonrisas de nuestros seres queridos vuelve a todo aún más especial.

Hay quienes siempre soñaron con casarse, y para ellos, este es un evento trascendental planeado durante mucho tiempo: todo debe estar perfecto para que sea un recuerdo mágico. La gente que acompaña también juega un papel importante, cada uno con sus diferentes roles hace que la fiesta sea inolvidable.

Una novia de Tennessee, Estados Unidos decidió darle una vuelta de tuerca a un momento característico de la ceremonia como es el de tirar flores, y, en lugar de elegir a las más jóvenes de la familia para el trabajo (como es lo usual), designó a 4 personas que significan mucho para ella y que le dieron un toque singular a la fiesta.

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Esta encantadora pareja son Lyndsey y Tanner Raby, cuya boda se celebró en Tennessee, Estados Unidos

Créditos de la imagen: Natalie Caho

Lyndsey Raby pensó que sería una fantástica idea pedirles a sus cuatro abuelas que fueran parte de la costumbre de decorar de flores el pasillo por donde debe caminar la novia. Cuando se lo comunicó a su futuro marido, Tanner Raby, este reaccionó encantado; para ambos estaba claro que esas damas tan especiales debían tener una parte destacada en la boda. “En cuanto me comprometí supe que quería que mis abuelas fueran parte de la celebración. Me siento muy afortunada por aún tenerlas a todas, así que quise que también fueran parte”, le dijo Lyndsey al sitio HuffPost. La futura novia se inspiró en una idea parecida que vio en la plataforma Pinterest.

Sobre todo las novias quieren que el día de su boda sea perfecto y a su manera, y para Lyndsey, esto incluía a sus 4 abuelas siendo parte de la ceremonia

Créditos de la imagen: Natalie Caho

Así fue como fueron convocadas la bisabuela materna de 90 años de la novia, Kathleen Brown, la abuela materna de 72 años, Betty Brown, la abuela paterna de 76 años, Wanda Grant, y la abuela paterna del novio, Joyce Raby, de 70 años. Esta cuatro mujeres iban bellamente ataviadas con vestidos de encaje y lentejuelas de color celeste y chaquetas a juego, en sus manos llevaban la clásica canasta que tenía grabado el lema “Aquí viene la novia” y se las pudo ver felices mientras lanzaban flores a su paso.

Según Lyndsey, les llevó tiempo elegir el vestido correcto porque son unas “divas” con todas las letras; al parecer Betty, que es la más conservadora, hizo hincapié en el largo de los vestidos. Todas ellas estuvieron encantadas de ser partícipes de tal manera en el gran día de sus nietos, según la novia: “Creo que estaban más entusiasmadas que mis damas de honor». Durante todo la ceremonia se las vio desenfadadas, estuvieron sonriendo y bromeando, aunque fueron tímidas a la hora de bailar.

Por lo general, suele haber una «niña de las flores» lanzando pétalos por el camino al altar antes de que llegue la novia, pero esta vez la «niña» fueron estas 4 adorables ancianas

Créditos de la imagen: Natalie Caho

La fotógrafa a cargo del evento, Natalie Caho, que compartió las imágenes en su cuenta de Instagram, remarcó lo adorable que se veían las “chicas de las flores”. Le comentó al HuffPost: “La mayoría de las mujeres tienen suerte si cuentan con una abuela presente. Y el hecho de que [Lyndsey] tuviera cuatro era un evento muy importante del que ella quería disfrutar”.

Como era de esperarse, esta novedosa idea se volvió viral. Mucha gente remarcó lo encantador y significativo de apreciar a los seres queridos de esta manera. Lyndsey quiere inspirar a otras parejas para que se animen a incluir a sus abuelos en el proceso, ya que será una experiencia única para todos.

Todas llevaban vestidos color celeste de encaje y lentejuelas más chaqueta a juego. Y portaban una canastilla de madera que decía «Aquí viene la novia»

Créditos de la imagen: Natalie Caho

Pero esta no fue la única vez que unas abuelas se llenaron de flores para celebrar la unión de sus nietos. Son varios los que quieren que esas personas especiales en sus vidas tengan más participación para hacer de ese día algo mucho más memorable. Como Joyce y Drue, abuelas de Maggie y Josh respectivamente, sobre los que pueden leer más en nuestro artículo anterior. O las cuatro abuelas de Megan y Eric, a las que se las puede ver lucir encantadoras mientras le preparan el camino a la novia. Con esta publicación hecha por los camarógrafos del evento esperan que las “abuelas de las flores” se vuelvan tendencia. ¡Realmente es una idea adorable!

«He visto muchas niñas de las flores hermosas, pero estas cuatro chicas se llevan el premio», dijo Natalie Caho, la fotógrafa del evento

Créditos de la imagen: Natalie Caho

Para mucha gente, una abuela tiene un lugar muy destacado en su vida. Ya sea la que mima y protege o directamente se dedica a criar en ciertas circunstancias, esa presencia sabia acompaña el crecimiento y ayuda a moldear a la persona. Es por eso que una cuando ocurren grandes acontecimientos como son las bodas, se las querrá cerca. Encargarse de las flores es solo una de las tantas labores que puede tener, se puede encontrar otros espacios para incluirlas: como madrina del novio —en caso de la ausencia de la madre—, como un soporte emocional y consejera durante todo el proceso, o ya sea que tenga un momento durante la ceremonia en la que dedique unas palabras a los novios para terminar de bendecir esa unión. Como verán, estas mujeres son una gran compañía durante ese momento tan especial.

Estas niñas de las flores eran la bisabuela de Lyndsey, Kathleen, con 90 años…

Créditos de la imagen: Natalie Caho

Wanda, la abuela paterna, de 76 años…

Créditos de la imagen: Natalie Caho

Betty, su abuela materna, de 72 años…

Créditos de la imagen: Natalie Caho

Y finalmente Joyce, de 70 años, que es la abuela de su esposo

Créditos de la imagen: Natalie Caho

Es que en el vínculo con nuestras abuelas se diluyen las tensiones y exigencias que solemos tener con respecto a nuestros padres. Y, aunque ellas formen parte de una generación muy diferente a la nuestra, el amor que les despertamos hace que lo den todo para entendernos y aceptarnos tal cual somos. Sin dudas, eso es algo que podemos sentir y hace que nos entreguemos a recibir ese amor tan tierno, y, por supuesto, a querer devolverlo multiplicado.

Las 4 ancianas disfrutaron muchísimo de este momento: «¡Creo que estaban más ilusionadas que mis damas de honor!»

Créditos de la imagen: Natalie Caho

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