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Los estudiantes de la Escuela secundaria Chippewa están aprendiendo por las malas lo difícil que es la paternidad, a la gente le encanta que se sientan tan miserables. Como parte de su proyecto anual, los adolescentes recibieron unos bebés falsos a los que tenían que cuidar. Y se llevaron a los muñecos a casa durante un fin de semana. Sin embargo, esto fue más que suficiente para aprender que el experimento iba a ser muy molesto. Buscando respuestas, o alguien ante quien quejarse, los estudiantes escribieron a su instructora. Los mensajes resumen perfectamente la desesperación, la agonía y el resentimiento que sufrieron durante ese par de días.

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Image credits: Chippewa Secondary School

«Nuestros estudiantes están en una clase de grado 11 llamada Criar niños sanos. Los estudiantes se llevan a casa uno de los bebés «Real Care» durante el fin de semana para aplicar lo que han aprendido sobre el cuidado de un recién nacido,» explicó la profesora, Andrea Lefebvre.

El bebé llora, y necesita ser cogido en brazos, mecido, sacarle los gases, cambiarle los pañales y darle de comer. Los muñecos también graban si son manejados con dureza, maltratados o la temperatura a la que están. Así que lo único que les falta es estar soltando mocos constantemente y ya serían como los reales.

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«Nuestro comité escolar pone los bebés, y cada esscuela tiene acceso a ellos durante el año, para las clases. ¡Se usan mucho! Los estudiantes lo están deseando cuando se apuntan a este curso. Nos encantan estos muñecos. Sirven para realizar auténtico aprendizaje vital y generan buenbas discusiones.»

La educación sobre paternidad intenta preparar a los estudiantes para la aventura de ser padres. El contenido varía en cada escuela, desde manejo del comportamiento a mejora de las relaciones. Lo que tienen en común, es el convencimiento de que los padres juegan un papel vital en el desarrollo de los niños, y que pueden ser más efectivos a través de la educación y el entrenamiento.

«Con el caos que supone cuidar de un niño, podemos pedir ayuda, ver el lado divertido de la situación, y con amor y guía, saber que nuestros niños estarán bien. Por cierto, Lucy sobrevivió, y los datos mostraron que los estudiantes lo hicieron muy bien.»

A la gente le hicieron mucha gracia los mensajes