A pesar de que la sociedad nos habla de los estándares de belleza que, supuestamente, todos deberían seguir, sabemos que son una tontería y que nuestra apariencia no importa mucho: vivimos en una época en la que la gente celebra la individualidad y las diferencias, y eso es verdaderamente empoderante.
Sin embargo, cuando se trata de un entorno laboral, nuestra apariencia juega un rol crucial en cómo nos perciben nuestros colegas y jefes. Por supuesto, todo depende del tipo de trabajo que cada uno tiene, dado que algunas empresas son más permisivas que otras.
Pues, este internauta se dirigió al subreddit favorito de todos para preguntarles a los demás usuarios de Reddit sobre entrevistas de trabajo o, para ser más exactos, sobre las prendas que allí se llevan: “Empleadores de Reddit: ¿Cuál ha sido la prenda de vestir más inapropiada que has visto que alguien usó en una entrevista de trabajo?”. Y parece que no es tan raro que los solicitantes aparezcan con atuendos muy bizarros. La publicación terminó por recibir más de 12 mil votos y 3.600 comentarios con historias.
Más información en: Reddit
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Usó el vestido de su baile de graduación. Sabía que tenía que vestirse bien para la entrevista y esa era la prenda más elegante que tenía. Me sentí muy mal, porque ella se veía muy avergonzada. Era su primera entrevista de verdad y, al final, terminé reconociendo que, al menos, se esforzó.
No soy empleador, sino que soy un hombre que, para una entrevista, llevó una tanga rosa de la suerte debajo de sus pantalones. Conseguí el empleo. La volvería a usar.
Llevó un vestido extremadamente corto.
Pero terminé contratándola porque tenía experiencia. Resultó que estaba embarazada, que había llegado desde la universidad y que su esposo se encontró con ella en el lugar de la entrevista para que pudiera cambiarse la ropa, pero que esa prenda era lo que él le había llevado. Estaba muy avergonzada, pero no tenía tiempo para volver a casa y ponerse otra cosa.
Terminó siendo la mejor empleada que jamás he contratado.
No juzguen a un libro por su portada.
¡Fui una persona que se vistió inapropiadamente! Esto ocurrió hace 20 años, cuando recién me había mudado a esa ciudad. Tenía 17 años y había pasado 3 semanas trabajando como camarera en un Denny’s. Una amiga me preguntó si quería salir a patinar, así que me puse ropa deportiva y patines. Luego, me llevó al gimnasio al que asistía, me hizo caminar con los patines puestos hasta el segundo piso, donde había una guardería, y me dijo que me entrevistarían para el trabajo de niñera que oyó que estaba disponible. ¡Obtuve el trabajo porque la dueña del gimnasio se impresionó de que pudiera subir las escaleras usando patines!
Trabajé como gerente de reclutamiento para un centro de atención telefónica y, cielos, déjenme mencionar algunas situaciones:
1. Una persona de unos 20 años que vestía unos pantalones deportivos cubiertos con la frase: “FUMO MARIHUANA 420”. Literalmente.
2. Una camiseta que decía: “Odio el trabajo”.
3. Un collar de oro gigante que decía: “ZO**A”.
4. Leggins que no dejaban nada a la imaginación.
5. Una desnudista que fue a la entrevista desde el trabajo.
6. Un hombre viejo que, por alguna razón, había agujereado su camiseta para que se vieran sus pezones.
7. Unos pijamas de Las tortugas ninja.
8. Un hombre que, de hecho, vestía ropa decente, pero que intentó quitársela y tirarse “como una tabla” en el suelo de la recepción. Cuando entró en el ascensor, quemó los botones con un encendedor.
No inventé nada de todo esto. Fue una experiencia rara.
Usó pijamas, ya que la habían sacado de la cama y la habían traído para tener una entrevista con mi jefe y conmigo sin que ella lo supiera. Luego de 5 minutos, le ofrecimos el trabajo y terminó siendo una muy buena empleada.
Vistió un par de leggins color piel que hacían que pareciera que no llevaba pantalones y una blusa que se abría adelante, corrida hacia un lado para revelar una camiseta de tirantes con encaje. Trabajamos como terapeutas. No había manera de que consiguiera el empleo.
Además, tanto su peluca como sus anteojos estaban torcidos. Tenía olor a una combinación entre orina humana y de gato. Y, aproximadamente a mitad de la entrevista, preguntó si podía tomarse un descanso, ya que había dejado su coche encendido para cargar su teléfono móvil.
Hace algunos años, trabajé en el senado de Estados Unidos.
Entrevistamos a media docena de candidatos para un puesto principiante. Uno de los solicitantes llevaba una camiseta de Harvard, una chaqueta de Harvard y unos pantalones deportivos de Harvard. Estábamos atónitos.
La primera pregunta que le hizo mi compañero de trabajo: “¿Fuiste a Harvard?”. El hombre había estudiado allí y manejó el resto de la entrevista sorprendentemente bien. No obtuvo el empleo, pero se volvió un chiste recurrente en la oficina durante algún tiempo.
Hace algunos años, vi que una persona vino recién salida de una piscina. Tenía el cabello húmedo y llevaba un traje de baño y una prenda ligera que la cubría. Todavía estaba mojada, no se había tomado el tiempo de secarse. Continué con la entrevista e hicimos una simulación de prueba del trabajo. De hecho, le fue muy bien en la simulación. Cuando la llevé a ver a mi jefe, para que tomara la decisión final, la miró rápidamente y dijo que no. No preguntó sobre la simulación ni nada, solo dijo que no.
Vi a un hombre llegar desde la piscina del club de campo a una entrevista para caddie de golf, y llevaba una camiseta sin mangas con la bandera estadounidense y un short de baño. No obtuvo el empleo y regresó una semana después, vestido con traje y disculpándose por su atuendo anterior.
Entrevisté a una joven que llevaba una falda tan corta que, cuando se sentó, pude ver su ropa interior. La ropa interior era rosa. Más tarde, le aconsejé que usara un traje. Este era un puesto para un analista de negocios. Todos los demás llevaban traje.
Soy recepcionista en un estudio jurídico y, el invierno pasado, buscábamos un nuevo asistente legal. Una mujer fue entrevistada gracias a una empresa de contratación, y le dijo a la empresa y a nosotros que no se vestiría profesionalmente porque sentía que: “No deberíamos juzgarla según su apariencia o según cómo se vistiera para una entrevista”.
Literalmente vistió unos pantalones deportivos andrajosos y un suéter manchado con lejía, y, en verdad, tenía una actitud engreída que, cuando le di la bienvenida, me hizo percibirla como alguien desagradable. No hace falta aclarar que no obtuvo el empleo.
Llevaba unos pantalones caídos con ropa interior ajustada blanca. Cuando se agachó para firmar sobre el escritorio, podía verse todo su trasero (pero no su ano).
Llegó a una entrevista para un puesto en TI usando una camiseta tipo polo, unos pantalones caqui y unas Crocs azul aguamarina pintadas de un lado con una criada sonrojada de estilo anime y con un francotirador del otro. Había llegado tarde porque a la seguridad le había preocupado su billetera con cadena de My Little Pony.
Una candidata, para un puesto principiante de servicio de atención al cliente en una gran empresa, llegó a la entrevista 15 minutos tarde, vestida con pantalones de pijama de Hello Kitty, una mochila a juego, una sudadera de color rosa fuerte y pantuflas de peluche.
Ni siquiera me molesté en entrevistarla, ya que había llegado tarde, pero ese debe haber sido uno de los atuendos menos profesionales que he visto en mi experiencia contratando gente.
Otra situación que recuerdo fue cuando una joven, que había entrevistado para un puesto de atención al público en una aerolínea en la que trabajaba, usó una blusa muy escotada y una falda corta, todo de color negro. Durante la entrevista, mencionó algo sobre que no había fumado marihuana durante algunas semanas y que quería asegurarse de que supiéramos que no estaba drogada.
Un hombre llegó a una entrevista de trabajo vistiendo una camiseta de Harley. Lo que era especial en él era su gorra, también de Harley, y el cigarrillo a medio fumar que apagó y colocó detrás de su oreja. Creí que era una broma o algo así.
Trabajé en una empresa importante de desarrollo de software. Vestíamos ropa de estilo casual de negocios, y nos permitían ser bastante “informales”, pero, un día, alguien llegó a una entrevista con una sudadera de gran tamaño de color naranja fluorescente, pantalones cargo y sandalias.
No obtuvo el empleo.