En un momento en que la sostenibilidad y la individualidad reciben cada vez más atención, el thrifting ha surgido como una tendencia muy querida que combina ambas.
Basta con echar un vistazo a la página de Facebook «ThriftStore & GoodwillFind». Con 146.000 seguidores, celebra este movimiento mostrando los objetos más divertidos, chulos y francamente extraños que la gente ha conseguido.
Desde ropa vintage hasta decoración ecléctica, pasando por extravagantes utensilios de cocina, estas fotos demuestran que nunca se sabe lo que se puede encontrar cuando se compra de segunda mano. Y eso es lo bonito.
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Encontré esto en Marketplace hace un par de meses y le pedí a una amiga que me hiciera unos posavasos de cerámica en forma de lotos
Prometí no comprarme nada, pero estas señoras se vinieron conmigo a casa
Conseguí este enorme xenomorfo de tamaño natural de Alien gracias a un hombre muy talentoso que lo hizo, lo pintó y lo armó. ¡Y se ilumina!
Esto saltó ante mis ojos y a mis brazos
Aunque la abundancia de moda rápida es en parte culpable del descenso de la calidad en las tiendas de segunda mano, el crecimiento explosivo del mercado de la ropa de reventa en la última década -especialmente en los últimos cinco años- también ha desempeñado un papel importante.
Conseguí esta hebilla por 62$ y enseguida le hice un cinturón para llevarla
Mi madre tiene un cinturón idéntico que tiene más de 30 años. Me da tela de yuyu...
A mi madre le dio susto
Buena alegoría sobre como la vanidad, la obsesión con la belleza física puede matar
Se espera que el valor del mercado mundial de ropa de segunda mano alcance los 350.000 millones de dólares en 2027, según un informe de 2023 de ThredUp, un mercado online de ropa usada.
Alguien tiene sentido del humor
¡Nunca había visto uno de estos antes! Me encanta y ahora ha encontrado su hogar para siempre.
Parte de la razón por la que comprar ropa usada es más popular que nunca, es la Generación Z.
En el pasado, los Millennials tendían a apreciar la uniformidad y, con ella, los productos nuevos. Piensa en Abercrombie & Fitch en su apogeo original alrededor de la década de 2000.
¿Alguna vez has comprado algo que no puedes justificar ante tu pareja?
Bolso increíble por 8$
Resulta que es un raro bolso de Anne-Marie que se vendió en los años 40 en el Hotel Meurice de París. Muchos de sus bolsos se encuentran en importantes museos de moda e incluso en el museo metropolitano de Nueva York.
He encontrado esta aldaba de hierro, no sé cuán antigua es
Sin embargo, la Generación Z está más centrada en la individualidad y en encontrar prendas que sean diferentes de lo que todo el mundo lleva.
La generación Z también ha adoptado la segunda mano como una forma de ayudar al medio ambiente. El informe de ThredUp muestra que la sostenibilidad se encuentra entre las cinco principales motivaciones de la Generación Z a la hora de adquirir ropa.
Lo vi una vez y no me lo compré. A la siguienta vez que lo ví, me lo llevé
Cuando los compradores de segunda mano sienten que están salvando algo de acabar en un vertedero, comprar ropa usada ya no se ve como algo inferior a comprar ropa nueva.
Encontré este ataúd infantil victoriano con tabla para el cuerpo, ventana de cristal y bandeja de metal para mantener el hielo mientras estaba en el velatorio
Algunas prendas de moda rápida son tan baratas que los compradores no se molestan en devolver las que no les quedan bien. Como resultado, montones de prendas de moda rápida se tiran a los contenedores de donaciones con sus etiquetas originales aún pegadas.
Recuerda retirar los rollitos de pizza de la freidora de aire antes de donarla a la tienda de segunda mano
Y allí estaba ella, al otro lado del pasillo. Mirándome con ojos saltones. Monedero cruzado de cuero negro con forma de gato
Los precios en las tiendas de segunda mano también han subido, en parte porque algunas personas están revendiendo sus «gangas de segunda mano» a un precio superior en plataformas como Poshmark y Depop.
Lo he comprado y ahora me da miedo
Tenía que compartir esta monstruosidad
En las redes sociales se ha tachado a estos vendedores de «estafadores» y se les ha comparado con caseros que suben los alquileres y obligan a la gente a abandonar viviendas asequibles. Incluso se podría decir que es «la gentrificación de las tiendas de segunda mano».
