El artista francés Cal es un vándalo. Solo que sus obras no son ofensivas ni destructivas. Más bien son ingeniosas, creativas y alegras. Pero sobre todo, son inclusivas. Este artista callejero de Lyon crea sus obras en zonas urbanas, dejando que interactúen con su entorno.
Piensa en algo como peces "escapando" de una tubería de desagüe y señales de tráfico transformándose en personajes que conoces. ¡La verdad es que no paran!
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"Diría que mi arte es ligero. Juego con lo que me rodea. Me encanta distraer del propósito original de las cosas. Camino mucho y veo muchas cosas, me encanta observar, fijarme en los detalles. A menudo me fijo en una piedra específica, un trozo del pavimento, un árbol, un ladrillo que se parece a algo."
A veces Cal pinta directamente si tiene tiempo y materiales, pero otras veces solo toma nota y vuelve cuando tiene algo preparado.
"Casi todo lo hago en mi ciudad, Lyon. Puede ser donde sea, aparcamientos, calles, parques, etc."
Le encanta volver a visitar sus obras para ver si siguen allí, y a menudo se sorprende. "Las obras pueden durar desde 5 minutos a varios años, dependiendo de la técnica y lo discreto del dibujo."
Le encanta probar cosas nuevas todo el rato, así que no se cansa de "vandalizar" la ciudad. "Este año me gustó mucho hacer libros falsos en ladrillos, ponerles títulos y demás. Ofrecí 5 de ellos, dejándolos en la calle, y otros 5 los puse en mi galería de arte, @atelierducanal."