Estos artistas comparten los bocetos que recibieron de sus clientes vs. las obras que entregaron, y nos encanta la comparación

"Recientemente he realizado un encargo para un cliente absolutamente encantador, cuyo boceto se muestra en el tuit original. No solo me proporcionaron el boceto -que ya era estupendo-, sino que también me escribieron varios párrafos describiendo exactamente lo que querían en la ilustración, así como un perfil claro del personaje (que incluía complexión, edad y personalidad). Sé que no a todos los artistas les gustan los bloques de texto, pero a mí me encantan", dijo Syd a Bored Panda, que se dio cuenta de la dedicación de su cliente a la hora de describir todos los aspectos de la ilustración.

"De todos modos, había visto bastantes tuits de artistas profesionales en el último año en los que hablaban de lo mucho que les gusta que sus clientes les dibujen un pequeño garabato. Hacía tiempo que no veía uno de esos, y mi encargo acababa de terminar, así que pensé que debía publicar otro anuncio de servicio público; aunque sólo lo vieran unos pocos, seguiría siendo una información útil", dijo.

Syd no esperaba que su hilo alcanzara los niveles de popularidad que alcanzó, pero se llevó una grata sorpresa. "Me di cuenta de que los tuits de citas estaban llenos de artistas que decían: 'Me encanta que los clientes hagan esto', y de clientes o posibles clientes que decían: 'No se me había ocurrido hacer esto' o 'Yo hago esto y mi artista me encanta'. No esperaba que tantos artistas se unieran a la iniciativa y publicaran sus propios tuits sobre el "boceto del cliente frente al producto final", pero me pareció fabuloso. Ha sido muy divertido recorrer los comentarios y los tuits con citas".

Tenía mucha curiosidad por conocer la opinión de Syd sobre lo que le gustaría que supieran todos los clientes antes de encargar una obra de arte a un profesional. En resumen, cuanto más se esfuerce un cliente, cuanto más detalle lo que quiere, más contento estará con el resultado final.

"Los artistas, que son personas visuales, a menudo pueden captar más fácilmente el estado de ánimo y la estética a partir de una colección de imágenes agrupadas que a partir de una descripción verbal muy bien redactada. Personalmente, adoro las descripciones; a veces los clientes me envían páginas con detalles sobre la historia y la personalidad de sus personajes, y me las trago. Pero, Dios mío, es muy valioso tener referencias visuales; para mí, cuantas más, mejor", dice Syd.

"También añadiré que, como artistas, estamos muy agradecidos a nuestros clientes; tengo la suerte de trabajar con personas que se interesan mucho por los encargos que les hago, y me ofrecen comentarios claros y palabras amables durante todo el proceso. Es una delicia hacer lo que hago, y creo que es bueno que los clientes sepan que los apreciamos de verdad y el trabajo que hacen", dijo la ilustradora, agradecida por la gente con la que trabaja.

El arte ha sido una parte fundamental de la vida de Syd desde su primera infancia (y refleja muy bien mi propia fascinación por el dibujo). "Llevo dibujando, como dice el tópico, desde que podía coger un lápiz (tengo recuerdos de hacer garabatos con ceras y rotuladores durante el preescolar, o en torno a los 4 ó 5 años). Siempre me pareció divertido hacer garabatos".

Sin embargo, no fue hasta los 13 años cuando empezó a centrarse realmente en mejorar su arte. "Empecé a esforzarme de verdad para mejorar en el arte, sin embargo, en torno al primer año de instituto. Me dediqué a estudiar los rostros de las personas, luego sus cuerpos, luego los animales, y las plantas, y las armas, y la ropa, y así sucesivamente. Fue explosivo. Nunca había dibujado a partir de referencias, y al final tuve que dejar de hacerlo para aplicar lo que sabía al arte personal", reveló a Bored Panda su dedicación.

Sin embargo, para Syd, el arte no es sólo una forma de ganar dinero o divertirse. También es una experiencia profundamente espiritual. "A día de hoy, sigo pensando que dibujar y pintar es intrínsecamente divertido. Ahora que puedo dedicarme al arte a tiempo completo, también creo que hacer arte es una forma de meditación o de oración para mí. Debo decir que no soy una persona excepcionalmente espiritual o religiosa, pero cuando pinto, a menudo tengo el título de la obra (que se selecciona de antemano, la mayoría de las veces) repitiéndose en mi cabeza una y otra vez, como un canto, durante todo el proceso de pintura de 10 a 20 horas. No consigo esa experiencia con ninguna otra cosa", explica el artista.

"Mi estilo, si es que tengo uno, se ha ido formando gradualmente con la intención de transmitir un significado y una emoción elevada a través de un arte que parece a la vez onírico y basado en la realidad. Creo que mi arte también tiene un cierto aspecto que sólo puede conseguirse si se parte de las palabras -que transmiten algo que las imágenes no pueden- y se trabaja a partir de ellas. Por esa razón, creo que mis obras recientes son más efectivas cuando van acompañadas de sus títulos", nos dice la artista, que nos permite conocer el funcionamiento interno de su mente artística. "Una nota sobre estos títulos: Tengo cientos de frases o palabras sueltas de poemas, libros y canciones que guardo (algunas durante años) hasta que puedo hacer una pieza que les haga justicia".

Syd comparte en línea que es una ilustradora a la que "le encantan las paletas de colores divertidas". Su trabajo tiene una cierta cualidad onírica que personalmente disfruto mucho. Como alguien que siempre ha tenido problemas con el uso y la mezcla de colores digitalmente, puedo apreciar a una maestra en su trabajo.

La ilustradora señaló que no hay presión para que los clientes hagan un boceto, aunque si lo hacen, se agradece mucho, por muy sencillo que sea.

"Añadiré la advertencia de que los clientes no tienen por qué sentirse presionados a hacerlo si quieren que me vuelva loca con la interpretación artística (algo que también me encanta). Sin embargo, si tienen una visión muy clara de lo que quieren en una ilustración, ¡no tengan miedo de hacer un pequeño garabato!" escribió Syd en Twitter.

Añadió que a veces hace encargos y que deberías comprobar en las biografías de sus cuentas en las redes sociales si está abierta a realizar trabajos. Si tienes una obra de arte en mente, envíale un correo electrónico para hablar con ella. Aunque ten en cuenta que la cantidad que tendrás que pagar puede variar mucho.

"Esta ilustración costaba 1.400 dólares, y su precio era el de una obra de medio cuerpo no comercial", dice Syd, refiriéndose a la obra terminada del duende duelista. "Mis precios cambian, así que esto podría ser diferente en las próximas semanas/meses".

El hilo de la ilustradora consiguió más de 104,5k likes en menos de dos días e inspiró a otros artistas a compartir lo vital que es una buena relación con los clientes. Un poco de comunicación de ida y vuelta es esencial para mantener a todos contentos. Al fin y al cabo, la comunicación es lo que ayuda a que los pinceles (ya sean digitales o analógicos) expresen con más detalle nuestra imaginación sobre el papel.