La naturaleza está llena de sorpresas, y sus habitantes se adaptan para evitar cualquier peligro potencial que se acerque. La forma del pico de un pájaro y el color del pelaje de un mamífero son ejemplos de diversas adaptaciones que ayudan a los animales a sobrevivir.
Las orejas de gran tamaño también desempeñan un papel crucial a la hora de esquivar a los depredadores, regular la temperatura y encontrar a otros de su especie. Por no hablar de su encanto como accesorio.
Hoy, somos todo oídos, ya que nuestro equipo de Bored Panda ha reunido las fotos más bonitas de animales que lucen receptores de sonido unas cuantas tallas más grandes. Advertencia: Algunas de estas proporciones entre orejas y cuerpo podrían dejarte abrumado por su dulzura.
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Un chico alto
Muchos animales con orejas grandes tienen un oído excepcional. Un serval, un tipo de gato salvaje africano, puede oír presas más pequeñas, como roedores y ranas, que se mueven bajo tierra. Los koalas utilizan su excelente oído para detectar depredadores y comunicarse con otros a través del denso y frondoso follaje que suele rodearles. Los canguros tienen orejas muy sensibles que pueden girar, lo que les ayuda a vigilar su entorno, incluso mientras comen o descansan.
Además, tener unos órganos auditivos enormes puede proporcionarles otras ventajas adaptativas. Animales como los elefantes africanos, los lops ingleses (especies de conejos) y los brahmanes americanos (una raza de ganado vacuno de carne) utilizan sus orejas para regular la temperatura corporal. La gran superficie densa de vasos sanguíneos favorece la pérdida del exceso de calor corporal, proporcionando un efecto refrescante muy necesario.
Este es Ralphie. Sus orejas ya son bastante grandes, pero puede hacerlas más grandes si quieres. 12/10 Muy guay Ralphie
Sus orejas son parte de la pequeña carpa
Además, las largas orejas del Basset Hound están diseñadas para actuar como trampas que atrapan los olores, llevándolos hacia el hocico altamente sensible del perro. Esta característica única les asegura el título del "segundo mejor sentido del olfato" entre todas las razas caninas. Además, los murciélagos utilizan sus órganos auditivos para volar. Captan una gran cantidad de ondas sonoras que les permiten maniobrar en la oscuridad con precisión, haciendo que la oscuridad sea irrelevante. Del mismo modo, las enormes orejas de los cerdos hormigueros compensan su mala vista para adaptarse mejor a su vida nocturna.
El pequño Loki y sus orejas
El conejo orejudo de 3 meses de edad de mi amigo
Murciélago de orejas enormes
Mi nuevo gatito tiene las orejas más grandes
En general, el título de las orejas más grandes corresponde al elefante africano, ya que pueden llegar a medir 1,80 m de largo y 1,80 m de ancho. Esta especie de elefante puede sentir vibraciones subterráneas a través de sus patas, detectando sonidos de animales en estampida a kilómetros de distancia, lo que le ayuda a reconocer el peligro que se aproxima.
Sin embargo, en relación con su tamaño, las orejas de los elefantes ocupan aproximadamente una sexta parte de todo su cuerpo. Si tenemos en cuenta esta métrica, los órganos auditivos más grandes pertenecen a un pequeño roedor llamado jerbo de orejas largas. Sus receptores de sonido son dos tercios más largos que su cuerpo, por lo que es literalmente todo oídos. Los jerbos son habitantes de los desiertos, y la mayor superficie de sus orejas ayuda a enfriar sus pequeños cuerpos bajo el sol abrasador.
La vaca Nosey se llevó sin duda la palma en la feria del condado. No a todo el mundo le gustan las vacas, pero ella era una belleza con las orejas más suaves
Largo, colega, hoy he dicho que nada de fotos
¿Poner orejas de tontorrón cuenta?
Harlow y sus Subwoofers
Aunque aportan muchas ventajas, la presencia de grandes receptores de sonido puede ser a veces un inconveniente para sus dueños. Por ejemplo, los oídos de un Basset Hound son propensos a las infecciones, por lo que la higiene auditiva es crucial para la salud y comodidad de estos perros. En el caso de los murciélagos orejudos, los grandes órganos auditivos aumentan la resistencia del aire, lo que les obliga a utilizar más energía mientras vuelan en comparación con otras especies con orejas más pequeñas. Además, los elefantes que viven en bosques pueden ver atrapados sus receptores de sonido en el follaje. Por eso, las razas de elefantes de bosque suelen tener orejas más pequeñas y ovaladas para adaptarse a vivir en entornos más fríos y densos de follaje.
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Ella es todo oídos
Con sus impresionantes oídos, los animales pueden oír muchos sonidos de los que los humanos no somos capaces. La capacidad de los elefantes para oír ondas infrasónicas les permite oír incluso el movimiento de las nubes. Pueden captar cuándo se acumulan las nubes de lluvia y saber cuándo dirigirse a las fuentes de agua. Las palomas pueden percibir sonidos tan bajos como 0,5 Hz, lo que les permite detectar tormentas lejanas, terremotos e incluso volcanes. Además, muchos mamíferos e insectos pueden oír los sonidos que emiten las plantas. Los estudios demuestran que las plantas emiten sonidos diferentes según la especie y el tipo de estrés (por ejemplo, sequía o tala). Los gatos y los perros también son capaces de oír estos sonidos, así que la próxima vez que tus mascotas oigan algo que tú no oyes, es posible que tus plantas se estén relacionando con tus mascotas.
¿Cuándo creéis que dejarán de crecerle las orejas?
Mi Rex con sus grandes orejas
Cara entre la multitud
Hola, soy Sirus
Para mí sigue siendo verano mientras pueda relajarme en el balcón
Aunque el elefante africano y el jerbo de orejas largas tienen las orejas más grandes, no se puede considerar que tengan la mejor audición. En realidad, es bastante imposible nombrar a un animal que perciba mejor los sonidos, ya que algunos pueden oír mejor las frecuencias altas, mientras que otros captan mejor las bajas.
El animal con la audición más amplia y de mayor frecuencia es la polilla de la cera mayor, que percibe sonidos de hasta 300.000 Hz. Es hábil para identificar las ondas de ecolocalización de los murciélagos y evitar ser devorada por ellos. En cuanto oyen a un depredador, cambian la dirección de su vuelo en un patrón evasivo, mientras que algunas incluso cierran las alas y caen al suelo hasta que desaparece el peligro. El animal con menor capacidad auditiva es la paloma, mientras que los lobos, gatos y perros son los más sensibles, capaces de captar sonidos de bajo volumen a grandes distancias.
El funcionamiento de la audición animal es realmente extraordinario, y es innegable que aún queda mucho por descubrir y comprender.