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Esto recuerda a escenas de la «policía moral» que tienen grupos como los talibanes, pero este hombre de Tucson, Arizona, se ha tomado por su propia mano la tarea de «reeducar» a las mujeres que visitan el centro de Planificación Familiar. Este pro-vida vigilante ha sido identificado como  Jordan Hart, y ha admitido abiertamente que hace fotos de las matrículas de los coches de las personas que entran en el edificio, para poder rastrearlas luego hasta su casa y llevarles «concienciación y verdad» sobre el aborto.

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El grupo de Facebook Planned Parenthood Baby Parts Emporium ha avisado sobre la «protesta» de Jordan, avisando de que, aunque la policía está al tanto de sus actividades, no quieren o no pueden hacer nada al respecto.

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Este comentario lo hizo Jordan en ese mismo grupo, y demuestra que sabe bien lo que hace.

El hecho de que haya personas que se hacen llamar pro-vida mientras a la vez abogan por la violencia, la guerra y proliferación de armas, es algo poco comprensible.

Esa misma gente que está convencida de estar luchando en una «cruzada espiritual» contra el aborto son también los primeros en exigir que la sanidad  universal les sea retirada a las familias pobres, que la gente que huye de las guerras debe ser devuelta a sus países  y que las leyes sensatas sobre control de armas deben evistarse. Su respuesta ante los famosos tiroteos en EEUU en los que mueren niños de verdad siempre es «oraciones y pensamientos», y quizá eso deberían hacer en vez de perseguir y acosar a mujeres que eligen qué hacer con su cuerpo.

Sin embargo, las respuestas de la gente ante las protestas de Jordan nos devuelven la fe en la humanidad, ya que muchos informan de lo que se hace en Planificación Familiar aparte de realizar abortos: Ayudan a jóvenes familias en dificultades, ofrecen servicios sanitarios como anticonceptivos, vacunas, pruebas médicas y consejos sobre salud sexual.

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¿Qué opinas al respecto? ¿Has tenido que ir a Planificación Familiar alguna vez? ¿Cómo fue tu experiencia? ¡Dínoslo en los comentarios!