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Necesitamos a las abejas. Son las polinizadoras más importantes de los cultivos de todo el mundo. De hecho, se estima que un tercio de la comida que consumimos diariamente depende de la polinización que realizan sobre todo las abejas. Pero aunque estemos acostumbrados a verlas trabajando y zumbando, también necesitan dormir. Hace poco, el fotógrafo Joe Neely captó a dos abejas acurrucadas en una flor, y la imagen muestra un bonito lado suyo que raramente vemos.

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«La historia comienza cuando mi novia y yo fuimos a buscar amapolas. En el camino de vuelta vimos un montón de flores rosas junto a la carretera y paramos a hacer unas fotos,» dijo Neely.

«Esta flor naranja estaba oculta entre las de color rosa, y escuchamos a las abejas zumbando. Entonces Nicole se dio cuenta de que algunas flores tenían abejas dentro, pero no se movían.»

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 «Me acerqué a estudiarlas mejor y llegaron más abejas. Pronto, todas las flores libres estaban ocupadas y solo quedaba esta abeja. Se acercó a la flor y se colocó junto a la otra abeja. Miré cómo se tambaleaba como si estuviera borracha y luego se colocaba.»

«No sabía que las abejas dormían en flores, pero esta especie (Diadasia diminuta) duerme en las flores llamadas Sphaeralceas. Sacan de ellas su polen favorito también.»

Las abejas no tienen párpados, así que no puedes buscar abejas con los ojos cerrados. Al observarlas, los científicos vieron que dejaban de mover las antenas y a veces se caían de lado, pero cómo y dónde duermen las abejas depende de dónde viven, ya que hay más de 20.000 especies conocidas de abeja en el planeta. Las abejas melíferas duermen por turnos en su colmena, entre 30 minutos y una hora y media cada noche.

Pero estas dos abejas acurrucadas en la flor formaban una composición perfecta. «Usé una Nikon d750 y un objetivo macro de 150 mm junto a un flash marco R1C1 Nikon.» Según él, fotografiar abejas ha de hacerse con el mismo cuidado que con cualquier otro tipo de fauna, desde serpientes a bisontes.

«Mantengo una distancia respetable y no hago nada que pueda cambiar el comportamiento de los animales. Con fotografía macro es distinto porque estás muy cerca, y hace falta un flash.»

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